martes, 20 de noviembre de 2012

Ojos

Por mi ventana he visto como dos claros se asoman
Y yo, los confundo con estrellas,
Divinos astros que me embrujan.

Estoy casi a un beso de alcanzarlos
Pero entre la noche, cuando más alumbran
Se esconden, desaparecen.

Y como fulgurantes relámpagos
Me hacen vibrar, mi corazón se estremece
Y sin poder evitarlo sonrío, me enamoro.

No es culpa mía, si evitarlo he intentado
Pero quién, estando en la penumbra
No intenta amarrarse a una esperanza
Para llenar el estigma profundo del corazón.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Insaciable



Voy como Sísifo cargando con su piedra.
Hoy en día es más común rendirnos ante la nada, pensando que por más que hagamos, nada nos puede salir bien. Pero ¿qué es lo máximo que podemos hacer? En verdad somos tan débiles ante los problemas que preferimos buscar la sencillez y nuestra vida se vuelve tan mediocre porque tememos miedo de arriesgarnos y no en cuestiones grandes sino en cualquier situación simple. No, no es necesario culpar al ocio. Es quizá la misma tecnología que deseemos las cosas de un modo más practico sin batallar, pero la sola razón de hacerlo estaríamos cayendo en el mismo juego, por ello, si uno no está conforme con su vida es porque no sabemos sacar de ella provecho, porque no nos arriesgamos y hacemos de nuestra vida una vía lineal donde ni eso feos baches nos detienen para frustrarnos un poco y ponernos a pensar que más adelante puede haber más de ellos y comenzamos a razonar, a mirar alrededor porque como esos baches también puede haber piedras, idiotas que no saben manejar y se atraviesan sin prender el direccional como si uno fuese mago, pero ahora, ahora que ves tu vida como un riesgo se hace más excitante y emocionante por en realidad es tu vida y ejemplo más vivo es “fulanito de tal” como personaje ficticio, tal vez él de su vida hizo un papalote, pero ahora vive, nos sirve como ejemplificar cualquier suceso interesante en la vida, sí podrán ver que utilizo el sarcasmo en lo que escribo pero lo veo necesario ya que hasta un personaje ficticio hace más que aquellos suelen rendirse ante la nada. Y ¿por qué digo la nada? Verán si digo algo es porque tengo conocimiento de ello y no sólo porque el ¡oh todopoderoso! me dio la capacidad de hacerlo y es que he visto como las personas por sí mismas hacen de su vida un drama, sí un gran drama y sé además que no estoy hablando de algo que nadie supiese ya, sino que con esto quiero hacer a aquellas personas de la nada el poco empeño que han puesto en su vida. Entonces por lo que sé y por lo que conozco decidí hablar sobre los cansados de la nada y poner de ejemplo a Sísifo como su siguiente guía.
Así empezaré a remarcar las características de los “cansados de la nada” luego mencionar el mito de Sísifo, para luego finalizar con una comparación entre ambos y de este modo concluir este escrito.
Los “cansados de la nada” son personas muy peculiares que, por su mediocridad nacen ya cansados. Su vida jamás, por más que lo intenten, jamás llegará a la felicidad prometida de un libro, del que regularmente no creen, les ha hecho soñar. Viven su trayectoria terrenal como si fuese un mar de lágrimas, lamentándose desde aquel día en que su perro murió hasta el momento más cercano de su mala y desafortunada vida. El camión no pasa al hora que desea y se sienten morir mil veces, no me llamen exagerada sólo menciono las características de tan peculiares personajes.  Vemos pues, como tienen una vida de infortunio y desdicha, dios, sí ese dios en el que por lo general no creen, los odia. Es muy paradójica su vida, que a veces me parece muy graciosa, pero ¿qué es lo gracioso en sí? Fácil que si le lloran a su perro es porque no fueron atentos para cuidar a su pobre mascota, si el camión se les pasó es porque la madre de todos los vicios los acobijaba en sus enormes brazos. Entonces aquí es donde mi otro yo se enfurece y sale al teclado y escribe con gran furor, si tanto sufren por su vida no sería mejor empezasen hacer algo de ella en vez de quejarse. Así mi alma se purifica un rato, pero es necesario seguir con esta escrito para ver cuál es su propósito.
Nos damos cuenta cómo los cansados de la nada viven en constante lucha por justificar su impotencia por lograr algo, que es mejor culpar a los demás sea tanto personas como objetos. Ellos serían además incapaces de  tener culpa alguna, de su misma actitud carecen de compromisos y no pueden aceptar sus errores y no porque no los tengan sino porque esta vida, esta vida repugnante se ha puesto en su contra y conspiración para arruinarles su vida de temor, miedo y conformismo. Otra característica de los “cansados de la nada” es que cuando comienzan un trabajo que requiere esfuerzo, ¡por fin han hecho algo! Es el quehacer más pesado de todo el mundo nadie jamás podría comparar su trabajo con cualquier otro, porque ellos están hecho algo sobrenatural ahora quién podrá superarlo, se sienten realizados y ante el mundo presumen lo que han logrado, sí eso que cualquiera hace cotidianamente  y lo ve tan normal, pero no, ellos han salido de su burbuja “todo está mal” y han experimentado por vez primera eso que regularmente llamamos “un día de trabajo.” Mientras ellos viven ilusionados con su gran éxito, poco a poco se van dando cuenta que no era lo suyo, que es mucha responsabilidad para sus pequeñas presencias y se quejan de lo que ahora tienen: que si es muy pesado, que si sus compañeros son unos ignorantes, que si le pagan poco, que si no se ha convertido en el rey y amo del universo por sus dos arduas semanas trabajando y un sinfín de quejas aparecen, entonces renuncian muy dignos porque no era lo que esperaban.  Y mi alma como bomba a punto de explotar quisiera redactar tantas groserías ante ellos que sería esto una tesis, pero como se ha venido mencionado sólo se quiere dar una explicación para luego compararlo con un mito.
Sé que quizá usted como lector se ha identificado, claro me refiero a que conoce alguien con este estilo de… presencia mundana. Estás, podría decir son características fundamentales que distinguen a los “cansados de la nada” ahora que si introduzco cuando están supuestamente enamorados abarcaría unas cuantas cuartillas más y se perdería el sentido de tal escrito por lo cual hasta aquí dejaré  las características para dar paso al siguiente punto.
Cuarteto de Nos, banda musical de Uruguay, menciona constantemente ese enojo que tiene ante la sociedad y sus males, no entraré en detalles. Entre sus bellos versos  aparecen además personajes  tanto ficticios como reales para que, como oyente se interese y se informe de dicho personajes que no muchas veces son conocidos(o al menos a sí me resulta a mí) tal fue el caso de Sísifo en la canción insaciable, pero quién es Sísifo y qué tiene que ver con los “cansados de la nada” en primera daré una breve descripción de quién fue Sísifo dentro de la mitología griega, sin meterme si fue hijo, primos sobrino, padre sino que iré como vulgarmente se dice “al grano” para ello me constaré de citar a Albert Camus, quien por su nombre me convenció sabría sobre tal asunto además porque después de Wikipedia fue el siguiente resultado que me apareció en el buscador. Albert Camus dice lo siguiente acerca el mito de Sísifo “Los dioses habían condenado a Sísifo a empujar sin cesar una roca hasta la cima de una montaña, desde donde la piedra volvería a caer por su propio peso. Habían pensado con algún fundamento que no hay castigo más terrible que el trabajo inútil y sin esperanza. Si se ha de creer a Homero, Sísifo era el más sabio y prudente de los mortales”  se marca entonces la terrible suerte de Sísifo donde por más que desee subir la piedra al monte de nuevo se encontrará en el principio, ¿es quizá acaso un “cansado de la nada” donde los dioses juegan con su miserable vida? No el en verdad sí es un viviente. Sísifo es el mero ejemplo de perseverancia que lucha ante la vida aun sin saber que vendrá delante cabe de remarcar que este personaje estaba ciego, por lo tanto avanza aun cuando no sabe que le esperará el por venir. Se arriesga. Sísifo al igual que Prometeo sufren un verdadero castigo de los dioses pero sin antes rebelarse ante ellos y burla su magnificente poder, son héroes que dejan en la sociedad una lección, debemos ser héroes y antes de luchar ante la piedra de nuestro destino debemos al menos merecernos tales enfrentamientos, entonces así nos podremos realizarnos como seres sensibles, racionales y humanos, sólo con la experiencia de un gran sacrificio, saber lo que es realmente retar a los dioses, nuestra propia existencia. Apasionarnos por lo que en realidad deseamos, querer con el frenesí más profundo dentro de nosotros.
Es quizá la forma en que ustedes “cansados de la nada” podrán sentirse satisfechos con su miserable vida, sólo si se arriesgan y no temen a que luego la piedra los tumbe, sólo así habrán podido demostrarse a ustedes mismos que fueron capaces de retar todos los prejuicios que los limitaban, sentir el gran peso y la adrenalina del porvenir que, aunque bueno o malo fuese llegaron hasta tal  punto y no sólo eso sino que de ahí en adelante su vida seguirá empujando ese primer obstáculo sabiendo que los puede empujar hacia atrás, pero de algún modo en un instante estarán más alto del pozo donde se encuentran actualmente.
Es así como finalizo mi escrito, tomando los puntos que mencioné desde un principio y aclarando de una manera muy extraña mi punto. Espero que así ustedes “cansados de la nada” puedan entender que les falta mucho por hacer para lograr ser alguien en la vida y con ello concluyo mi escrito.

viernes, 26 de octubre de 2012

Después de Beltane.

Es cuando llega el momento
De apagar la llama ardiente.
El fuego comienza a extinguirse
No queda más que cenizas.

Dejar a un lado la estaca
Clavada con sus colores
Brillantes entrelazados,
Que fallecen sin el viento.

El regocijo nocturno
Es olvido de un ayer
Porque ya no existe placer.

Abrazador Beltane, por ti
Estoica es mi mente,
Mi espíritu un cadáver.

miércoles, 10 de octubre de 2012

No es puta quien da su mano.

Sus manos que son reflejo,
Un recuerdo de antaño,
Viviendo inconscientemente
En un quehacer libidinal.

Ellas son víctimas pobres,
Porque hacen su trabajo
¡Oh maravilla de acto!
Sin placer erótico.

Son instrumento carnal
Para quienes desconocen
Grata habilidad monstruosa.

Ella llora al rememorar
Su infeliz y gris tragedia
Que feliz hace a los demás.

lunes, 1 de octubre de 2012

Rutina.

Rompió sus medias de color piel, porque ya no había tiempo para deslizarlos. Eran tanto el placer que ambos sentían, como si el tiempo hubiese pasado tan lento anteriormente y ahora debían retomar todas esas horas desperdiciadas. Con fuerza aruñó las piernas de su mujer desbaratando esas aburridas medias que solían disimular los días cansados de aquella dama. Ella gemía casi sin tomar aire, algo que ni siquiera importaba. La atmosfera se volvía más pequeña, no se escuchaba a sí misma, sus gimoteos en gritos se volvían, no lo notaba. Él hizo a un lado la braga roja que hace unos años se la había obsequiado en año nuevo. Era un regalo que jamás tuvo un motivo, simplemente se lo dio por costumbre. Tenían tanto sin tocar sus cuerpos, sin sentirse, sin verse a los ojos, sin amarse, sin hacer el amor. Pensaban en rutina después de diez años y dos de amor. Entonces sus almas se revelaron ante esos cuerpos inertes, llorando por dentro, gritando y haciendo la guerra por fuera. Llegó el tiempo en que ninguno de los dos pudo más y sus ánimas se reconciliaron, se liberaron y con un beso se volvieron a encontrar. Todo se volvió tan paradójico cuando ella susurraba amarlo y dos horas atrás deseaba nunca haberlo conocido. Pero era necesario decir que, “él había sido su vida y ya no la encontraba” era necesario reprochar lo que se prometieron y ahora faltaba, era necesario tanto, tanto tiempo que fue desperdiciado era necesario recuperarlo. Abrió el hombre su bragueta, bajando cuidadosamente su bóxer y sacando su miembro viril, después de desabrocharse el botón del pantalón. Ella miró la extremidad de su esposo calmando sus gemidos y mirándolo como cosa maravillosa; un deleite para el paladar. Lo tomó con una mano y lentamente hizo movimientos de arriba hacia abajo, sintiendo la carnosidad tan curiosa que siempre tuvo en aquella juventud radiante. Acercó luego su boca húmeda de tanto placer, ese placer inexplicable que te hace sentir el deseo carnal, sí carnal o tal vez caníbal. Ella introdujo el miembro de él en su delicada boca y con su lengua iba de nuevo reconociendo cada detalle. Aquel hombre sólo se recargó en la cama dejando que su esposa tomará (como siempre) el control. Mientras ella seguía ahí unas pulgadas debajo del centro del mundo, él inconscientemente se quitó la playera. Ella a su vez, comenzaba a tocarse. Ambos despertaban sus cuerpos, dormidos, grises casi extintos. Y poco a poco tomaban color. Entonces ella alejó su boca de aquel falo acuoso, para que así terminaran de regenerarse por completo. Él se puso de pie y volteó a su mujer con los pechos sobre la cama con gran estruendo, la acostó apoyando sus manos sobre su dorso, haciendo luego a su esposa gritar. Ese resonar entre las cuatro paredes acromáticas se llenaron de luz incandescente. El mundo despareció eran sólo ellos dos en un lugar donde nada importaba, sus cuerpos reían, volvían ser jóvenes, eran felices, otra vez se enamoraban. Él besó su espalda y se disculpó con aquella criatura que tenía debajo porque sintió debía hacerlo, porque la amaba aun y el tiempo los había separado, se perdonó porque no quería perderla. Ella también lo hizo y le dio su espalda para que su hombre entendiera sería capaz de cargar con él en las adversidades. De nuevo renació el amor que la rutina inesperadamente estuvo a punto de matar, pero el amor cuando es de verdad nunca se deja vencer.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Bosque

Empezó adentrarse en aquellos arboles de espíritu renaciente. Sus pies cada vez con más lodo se llenaban. No tenía miedo a perderse, ya estaba perdida. La luz de las estrellas le aluzaban un poco el camino. De vez en cuando las miraba profundamente en el cielo, como si buscase una señal para poder regresar a su hogar, pero seguía, se adentraba más como si no quisiese volver ya. Dio vueltas mientras sentía miedo y giraba cantando una dulce melodía, quería tirarse al suelo y así quizá alguien podría tener piedad de ella y recogerla; pero estaba sola, entre la luz de las estrellas y la sombra de los árboles. Después de tantas vueltas cayó inconscientemente; unas lágrimas le acompañaron. Sus manos tocaron aquel suelo húmedo y tomó un puño de él, embarrándolo en su rostro desmoronado. Pretendía que la tierra hiciese amalgama con sus lágrimas y pudieran cambiarle lo que sentía; era en vano. Aún la luz mental de su casa parecía inútil. Empezó a escuchar unas voces o al menos eso deseaba. Dedicó cada una de sus lágrimas al cielo inalcanzable, a los sueños que ya no podrían ser cumplidos, a las promesas que muchas veces rompió, a las virtudes que dejó dormir, a sus pies de niña cansados y más que nada dedicó su llanto a su alma, ese ente aventurero que ante el mundo se dejó morir.

Si alguien quiere dar propuestas para cambiar el final, está en todo su derecho :D 

jueves, 30 de agosto de 2012

Andrea.

Recuerdo aquel día, el sol se asomaba con intensidad esa tarde de primavera. Yo en mi asiento juraría estábamos en la estación equivocada. El calor era insoportable y más aun cuando la clase empieza a ser tediosa y las voces parecen ser psicofonías incomprensibles. Mi mente ya se encontraba en un plano lejano a este, entonces de pronto cuando pensé que aquella tarde sería infinita, te vi. Es raro pensé, cómo es que jamás te había visto, con ese par de orondas mejillas y ligeramente rociadas con un tenue pétalo rosa. Tus labios pequeños, marcados con la esencia de una manzana. Tentadora. Tu escote, bocadillo suculento a mi pupila, me incitaba a probar aquel prohibido manjar aunque sólo conociese el borde. Llevabas ese color de la esperanza sobre tu piel, pero oportunidad mía tan vana cuando ni siquiera sé tu nombre. Eres tan seria, tan tímida, tan silenciosa, tan escondida, tan secreta y te he descubierto Andrea, sí ese será tu nombre. Andrea, tan sensual y bella como tú. An-dre-a pronuncio tu nombre tan lentamente, es probar de ti y no es necesario tenerte cerca, tan sólo con mirarte siento hacerte el amor…
Recuerdo haber esperado un poco más de lo habitual al salir de clase para ver si podía conversar contigo, sólo eso me hubiera bastado aunque mienta, sólo eso quería volverte a mirar, hablarte, mirarte, besarte. Entonces llega el momento en que todos se van, te hablé espera te grito, tú volteas impresionada con tu mirar huraño. Te sonreí mientras los últimos rayos del día golpeaban los lugares solitarios, pero estamos tú y yo, ahí sin nadie más. Parecía todo tan tranquilo, me acerqué a ti, me seguías mirando confundida, me sometí a tus ojos con calidez, tomé tu rostro con suavidad, más bien es suave nube tu piel. Acerqué mis labios a los tuyos y el tiempo, que es poco, hizo que la tarde llegara a su fin. Un viento sopló melodías, tú estabas inmóvil, la noche se presentó ante nosotras. Llegué a ver en tu cara mil preguntas y poco a poco te separaste de mí, agachaste la cabeza y te fuiste.

sábado, 4 de agosto de 2012

Perro de lindos ojos.


Recuerdo aún la mirada de aquel perro. Era verdaderamente peculiar su manera de ver, sus ojos dos enormes y viscosas aceitunas iluminadas por alguna inocencia bestial de su ser. Su contemplación hacía a mí era como si quisiese algo, de su profundo pecho un sollozo podía escuchar y su rostro se ladeaba dando un aspecto de ternura. Quizá habría sido un perro de la calle o tal vez tenía dueño, pero ese día, el día en que lo vi, pareciese buscaba algo que yo pudiera darle. Entonces entre tanta confusión por no entender lo que realmente quería le di mi mano, pero este con su instinto salvaje la arrebató, no la arrancó por completo, pero quedó destrozada. Rompió con fuerza un pedazo de mi carne, quizá sólo quería eso un pedazo de carne, sólo un simple pedazo de carne, un pedazo que pudiera tomar para su beneficio, sólo un pedazo de carne para hacerlo suyo. Desde aquel día hasta hoy maldigo ese perro que tomó parte de mi ser para satisfacer un placer animal.

jueves, 2 de agosto de 2012

Tengo mis razones.


Esta vez me enfoco a hablar sobre una persona que admiro y a la mayoría de la gente detesta, pero al menos saben ¿de dónde viene su funesto humor hacía él? Claro, son tan esnob que creen no vale la pena admirar su trabajo y si les preguntase ¿conocen al menos su trabajo como para hablar de ese modo? también dirán que sí y luego mi confesionario seguirá con: ¿ustedes son capaces de clasificar si es bueno o es malo o sólo se dejan guiar por una crítica de alguien parecer ser intelectual? Entonces terminaría preguntándoles ¿acaso conocen su vida como para criticar su trabajo? Y quizá tal vez les pregunté ¿Qué tanto han hecho ustedes en su vida? Estoy completamente segura que se dejarán guiar a contestar primero la segunda pregunta porque creen ser merecedores de la atención del mundo de sus “infinitos” logros  o quizá traten de cambiar de conversación porque saben evidentemente su vida ha sido ocio y monótona no se han dedicado absolutamente a nada sólo que a criticar sin tener los suficientes recursos como para hablar de algo o alguien, sólo tratan de ser tan impresionantes como los que los rodean, los que también se quejan y se quejan pero no saben porque. Y aquí demuestro verdaderamente mi enojo ante estas personas, pero sería verdaderamente ilógico que me quejara sin razón.
Entonces les diré por qué admiro a Paulo Coelho. Se asombraran de tal hombre “¿cómo es posible que lo admires si su forma de escribir es totalmente trillada y resulta siempre un cliché?” Perdón que él no sea tan genial como tus escritos inéditos, perdón que él me allá enseñado a creer en mi misma, porque por si no sabías su lectura va dirigida a la superación personal, pero como tú tienes el ego por los cielos es evidente que se haga una ridiculez que existan libros de este estilo. Pero deberán tener que más allá de sus obras existe un hombre, sé que para ustedes personas de “mente abierta” resulta lógico mis palabras, aunque sea de lo más curioso que no sean capaces de darme una razón justa a su opinión sobre este sujeto. Yo por otro lado seguiré demostrando por qué lo admiro. Paulo Coelho, tenía un interés hacía la literatura, el teatro y el periodismo. Su padre le parecía una idea absurda y que jamás podría llegar a sobresalir en los ámbitos donde Paulo quería ejercer por lo tanto moriría de hambre, por lo cual tomó la decisión de internarlo en un manicomio y no sólo fue internado una vez si no varias veces por querer seguir un sueño artístico, porque iba en contra de lo que creían sería mejor para él. Cuando tuvo la edad para ingresar a una universidad fue obligado a estudiar Derecho, no obstante sus intereses seguían en otro rumbo. Así fue como se une a grupos anarquistas buscando su real vocación. Fue compositor, además obtuvo otros trabajos dentro de su recorrido de independencia y camino a lograr su objetivo.
Esto es un poco de la biografía del hombre que me enseñó a seguir un sueño por más absurdo que parezca o por hay quienes estén en contra de lo que pienses, sí exactamente como este escrito. Se dan cuenta entonces que admiro a un hombre que sufrió, pasó por cosas desagradables, pero al fin por sus propios méritos salió adelante y es verdad que mezcla un poco de ficción a sus historias, resulta entonces una realidad fantástica en la cual de cierto modo parece ilógica, pero nos llena de esperanza, no es una lectura analítica la que nos presenta, sino una visión a de lo que se puede lograr cuando uno verdaderamente se propone a realizar sus objetivos, a que si queremos es solo cuestión de movernos por nosotros mismos. Tal vez su idea no cambié, su idea que Paulo Coelho es un mal escritor, pero claro si sigue siendo esa su opinión, sería bueno que abrieran un poco sus conocimientos e intentarán ser más tolerantes a los gustos de cada persona, porque para ser buen crítico se debe conocer al menos lo que se analiza, no sólo por lo que se ha dicho sino por lo que se sabe por sí mismo.






sábado, 28 de julio de 2012

Circunvalación 2

Este fue un trabajo de la escuela. Ya tiene tiempo que lo hice pero quisiera compartirlo. 

Entre tanta gente que sube a ti,
llenas de solicitudes, que trabajo van a pedir
y tú les mueves el corazón
más rápido que cualquier ave velos.

Entre las calles rozando baches vas
y no te importan si caen hacia atrás.
Tú destino todos los días está marcado,
mientras nuestras vidas en ti siempre llevamos cuidando.

Circunvalación 2 es claro que pudieras volar
volar hasta llevarnos al cielo, pero el sentido se perdería
que fueras tu transporte color naranja
que nos alimentas mientras tu humos traseros
nos van matando.

Entre tanta gente que sube a ti,
llenas de solicitudes, que trabajo van a pedir
y tú les mueves el corazón
más rápido que cualquier ave velos. 

domingo, 1 de julio de 2012

Había una vez un circo.



Esta es mi primera reseña publicada, el propósito de ella es compartir al público una experiencia especial que tuve recientemente. El título les puede dar una aproximación a ello ya que evidentemente estuvo relacionado con el circo.
El circo para mi era un espectáculo donde los insectos de una mala instalación se trepaban sobre tus pies mientras dos payasos con chistes sumamente simples trataban de lograr su trabajo. Tal vez sea un poco dura para juzgar el oficio de aquellos personajes, pero preferiría un mejor espectáculo aunque su precio se elevase. Y fue entonces cuando después de casi cinco años volví a pisar el escenario cirquero, pero era la primera vez que entraba a uno donde la alegoría, el esfuerzo y el suspenso se presentaban.
Este admirable establecimiento de diversión sana, se había instalado hacía pocos días en el lugar donde ya es de costumbre en mi ciudad, aunque ha decir verdad hay tres partes donde se instalan, cerca de alguna tienda de autoservicio.
El día que acudí he de decir que no me llenaba la idea de ir al circo, pero quise darle la oportunidad a nuevas experiencias aunque fuesen poco alentadoras. Además qué podía perder si yo iba de invitada. Mis padres, se prepararon con suficiente botanas para apreciar la función, creo que el alimento mientras se presenta un show y síntoma de aburrimiento, es por ello que mientras empieza una película, tendemos a acabarnos las palomitas antes de que comience. Así mis padres, mi sobrina y yo llegamos al circo. Por fuera pareciese como cualquier otro; personas en la taquilla contando una y otra vez cuantos iban a entrar verificando los precios para ver cuantos pudiesen entrar sin pagar. Niños corriendo de un lado a otro asombrándose por la especie de corral donde tienen algunos animales que se presentarán en el show. Luces por todos lados haciendo más llamativos los letreros publicitarios. Ahí entre todo aquello vive el espíritu del circo y no importa su calidad como tal, siempre llevará dichos elementos que uno mismo como espectador los crea. Es tal vez un mismo ritual que celebramos automáticamente cuando este tipo de eventos llegan a nuestra ciudad. El circo, un buen circo, tiene como finalidad unir a las familias y por medio de las risas bajar los niveles de estrés entre las personas mayormente adultas.
Al empezar la función, el maestro de ceremonias mencionó  las salidas de emergencia en caso de que algo malo sucediera, luego los artistas dieron la bienvenida a nosotros, los espectadores. Era un baile moderno con la partición de todos aquellos participarían aquella noche.
El primer acto constó de una niña de unos diez años más o menos. Se paró sobre una mesa que se encontraba en el centro, luego doblo su espalda hacia atrás tocando la punta de sus pies con sus manos. Una niña con esa elasticidad me parecía sorprendente y es que será porque yo ni siquiera puedo hacerlo ni doblando las rodillas. Y si su increíble flexibilidad fuera poco podía sostener en  unos de sus pies girando un aro. Era suficientemente espectacular para mí y aunque falló una vez el público no se sentía defraudando sino que seguía aplaudiendo en forma de ánimos y el agrado a su número. Después de ello, cada vez que se presentaba un acto diferente había un pequeño intermedio entre cada uno. Allí se presentaban los payasos interactuando con el público lo que hacía estos lapsos impredecibles. Además se trababa de juego donde cualquiera pudiese participar, en verdad agradezco que no haber sido elegida. El circo siguió con sus funciones, tocaba el momento de dos hombres arqueros, quienes de momento me pusieron nerviosa ya que temí a que alguna de sus flechas llegase a darle a cualquier espectador. No obstante si esto llegara a pasar creo que no se arriesgarían tanto a presentar tal acto. Así continuó fantásticamente el show, malabares, payasos, chistes simples y sin morbo o con contenido sexual. Mostraron que podía darse un buen circo sin llegar a la vulgaridad. Por último se apagaron las luces y armaron un escenario aéreo. Se presentarían los trapecistas. Estos llevaban ropa que con la única luz ultravioleta encendida se veían sorprendentes sobre el público, además también había decoración estelar resaltante. Así con aquel espectáculo sobre nosotros terminó la función.
A decir verdad cada uno de los actos que se presentaron, además del de los animales que no mencioné, me parecieron realmente sorprendentes, me di cuenta que los artistas estaban preparados tanto con su talento, como para mantener al público atento al show.
Así pues he de remarcar que volvería ir a circos de esta magnitud, ya que es algo que no siempre podemos tener, además nos saca de la rutina.  Por ello quiero recomendarles que si en su ciudad hay un circo no desperdicien la oportunidad de visitarlo, quizá puedan asombrarse tanto como yo lo hice.

jueves, 21 de junio de 2012

Para todos...

... los borreguitos.


Qué se sentirá ser como tú necesitado de alguien que te esté mirando, necesitar de alguien que te acompañe, necesitar de alguien diga amar lo que tú deseas, necesitar de las buenas criticas y el amor hipócrita, ya veo que tú y yo somos tan diferentes. Preferiría mejor un amor de poquito y sincero, a tu falsedad y es que vi en ti una diferencia suprema entre tantos animales que sólo se hablan cuando hay problemas. Alguna vez mencioné que eras ciego, pero yo me cegaba al negar que tu fueses igual a la manada, ahora me doy cuenta que eres un borreguito con lana pintada ha de ser por eso yo te confundí. Pero no te apures, yo seguiré buscando y te aseguro dejaré de fijarme en borreguitos con manchas, esos que te hacen creer que son diferentes, pero siguen perteneciendo al rebaño

lunes, 11 de junio de 2012

El mal de tu mujer.


No podrías darte cuenta cuál es mi mal
Aunque fuese más claro como agua
Y es que parece estuvieses ciego
Me doy cuenta tus lentes tienen función.

Hombre cómo es posible tu mirada
A veces tenga enfoques inmensos
Mientras frente de ti, una mujer pide
Pegada a tu oído estés con ella.

No sólo en cuerpo sino también tu alma
Sentir que al menos vivo con alguien más
Aquí donde permanece oscuro.

Otra vez te escribo añorando
Sobre esta cama des respuesta alguna
A las plegarias diarias que a ti te hago.

lunes, 4 de junio de 2012

Una mañana.

Sostenía de sus brazos un oso, o era siempre lo que en su mente suponía que era. Estaba somnolienta entre las cobijas de tiempo invernal, mientras el viento del verano se introducía en su diminuto cuarto donde un objeto más tirado no podría caber. No era ella la mujer más hermosa, quizá era como cualquiera que pudiese imaginar esta historia, tenía defectos y también virtudes. Era una mujer y estaba dormida con una pijama, hacía calor, el reloj marcaba las 9:24 de la mañana y ella seguía arropada, tal vez había algo dentro de sí que siempre permanecía sin calor, por ende se molestaba con el viento por torturarla. Escuchó un ligero ruido en la parte de abajo de la casa. Alguien abrió la puerta. Pero sólo pudo con aquel sueño pesado parpadear lentamente, pronto unas pisadas subían las escalaras por las cuales siempre corría por llevar prisa a llegar algún destino; para perderse un rato lejos de ahí. Eran unas pisadas fuertes y varoniles, ansiosa esperaba que fuese él. Y así fue. La miró allí extendida con su boca seca y rodeaba de una noche cansada y blanca. La besó. “Buenos días” dijo él, ella sólo sonrió. Apenas pudo abrir los ojos cinco segundos, cuando de nuevo cayó rendida, no era él quien no podía contra ese sueño, sino ella en verdad caía bajo los hechizos de Morfeo. Él entonces la abrazó, bajo la ropa y las cobijas, tomó sus ligeros pechos y empezó con ellos jugar. En la boca de ella sé dibujo una sonrisa, la volteó de lugar para poder besar su espalda y... su punto débil. Seguía mallugando la parte frontal de la mujer, la respiración de aquella criatura femenina se alteraba cada vez más, olvidaba poco a poco la apuesta con Morfeo. Sentía excitación. Y de sus manos el oso, que parecía león, se fue resbalando. Las manos de él tocaron las de ella, se unieron. Existió sólo una persona en aquel cuarto con un fuego de dos corazones encontrados por la llama que los prende por los rayos suaves del sol. El cuerpo de ella se erizaba de pies a cabeza, la mano de él en la parte central de la mujer se encontraba y como si tocase una guitarra obtuvo que su parte libidinal se asomara, lo mecía de un lado a otro, ella sentía placer extremo, él por mientras mordía su oreja susurrando una y que otra perversión. Ella dejó de sentir frío, tal vez encontró el calor que buscaba o tal vez se engañaba, un engaño profundamente sensual y ¿qué más da? le encantaba. Él bajó el sencillo short de ella dejando sus inocentes bragas a un lado. Ella quiso voltear para besarlo, pero él se negó, apartó todas las cobijas de alrededor y la dejó completamente desnuda, sólo le quedó guardar su pudor con sus dos manos sobre sus pechos, era una perversión sentirse bajo los ojos de alguien que llega sin avisar, era algo exótico y ella lo amaba. En el momento. Él bajó su bragueta y acerco su miembro en la criatura desnuda, ella lo llevó a su boca y lo mojó, estaba completamente salpicado por las energías que pronto recobró, su lengua descendía explorando regiones que de memoria conocía, de recordar esa novedad que algún día lo fue, pero ahora la primavera estaba pasando ya lo frutos parecían maduros o quizá ya habrían sido muy maduros y el otoño les estaba llegando, esa época donde predomina el rojo, la alborotada pasión, la melancolía, el recuerdo de los días lluviosos y soleados primaverales, ahora sólo se consumían en restos de nuevas experiencias por ocurrir sin un poco de amor, sólo ir más allá de lo hecho y convertirse cada vez más en mímesis de alguna aventura propia. Pero había aún un latido entre los cuerpos, una ligera chispa de haberse encontrado como dos personas tan solas. Ella seguía demostrando que estaban juntos; él era esa unión. Tomó el cabello de la mujer fuertemente introduciendo una y otra vez su miembro a la boca de ella, cada vez con mayor fuerza, hasta lo más profundo. La quitó después que ella mostró asfixiarse y la acercó a la orilla de la cama, no esperó mucho y levanto las piernas de la mujer penetrándola. Entonces aquella criatura desnuda tocó el cielo y regresó mirando el hombre que amó un día “¿cómo?” aparecía la pregunta en su cabeza, era sólo un ¿cómo? habría infinidad de palabras para complementar la frase pero sólo aparecía un ¿cómo? al fin y al cabo la enamoraba, la usaba, la quería, la tenía a sus pies y en su cabeza. Tal vez nadie entendía que eso también podría significar amor, tal vez. El viento seguía soplando ahora le daba gracias al viento estar de su lado ya no era frío sólo hacía su función de mensajero. Él terminó dejando la herencia de ambos por arriba del vientre de ella, y si lo hubiese hecho abajo habría razón para quedarse, nadie en un lugar tan pequeño hubiera querido quedarse, ambos eran aves y volaban alto, tan alto que a veces se perdían. El hombre se volvió a vestir y limpió la evidencia en su cuerpo, la besó y se marchó. Ella tenía la cara enamorada sintiéndose no tan solitaria, a veces aceptaba esa relación porque su alma no tenía el calor suficiente, porque se sentía fría y vacía, porque estaba rota, porque no rogaría, porque estaba en sus principios, porque no debía hacerlo, porque estaba cansada de llorar en las noches y caer rendida por las mañanas esperando a que él de alguna manera volviese regresar.

sábado, 2 de junio de 2012

Sueño profundo.

Estaba a punto de dormir, escuchó un ruido. Provenía de bajo de su cama. Se asomó con cierto miedo. Era casi la media noche, de su brazo derecho sostenía un peluche a pesar hace mucho tiempo no lo tenerlo cerca, esa noche estaba con él. Algo inconscientemente le hizo dudar en asomarse, pero una curiosidad mayor llegó. Con los pies en la cama y la cabeza colgando, miró debajo de aquellas tablas bajo el colchón donde él dormitaba. Observó sólo oscuridad ¿Qué más podría ver sin luna introduciéndose por la ventana? con un salto se introdujo hacia abajo. Sintió frío; allí era más grande de lo que pensaba. Cierta luz lo alumbraba, era una luz muy incandescente dejándolo sin razón a dónde ir. Una sombra vio a lo lejos. Las dimensiones de aquel lugar perdieron importancia empezando a perseguir al ente distante. Ya no estaba esa luz que hubo en un principio, ahora sólo era un túnel recto. Lejos de ahí, en aquel larguísimo ducto, encontró otra luz que no era tan incandescente, pero le proporcionaba calor. Escuchó su nombre con la voz más suave y angelical, un nudo en la garganta sintió, no supo explicarlo; era su madre. Su padre, también estaba ahí, con aquella pipa que jamás soltaba; sus amigos, con quien le gustaba divertirse, estaban inquietos corriendo de un lado a otro. “Será un sueño” pensó, con un gesto de inmensa alegría “De ser así no quiero despertar” se dijo corriendo hacia sus seres queridos. Era verdad, ya no despertaría.
Ya no es un niño”  mencionó un paramédico intentando salvar la vida del pobre viejo quien con mucho sentimiento parecía abrazar su peluche de la infancia. Su corazón era débil donde ya no era amado, sólo sollozos se escuchaban. Él, era otra vez niño y jugaba en un sueño profundo.

jueves, 17 de mayo de 2012

Sólo tiempo.

Tú que no eres Izy, te maldigo bajo las horas antes de salir el sol.

Romperé mis estereotipos ¿qué más quedará de mi? Hay una incógnita aquí, pero ha sido ya respondida con la verdad. Siento adrenalina entre la mentira ¿y dónde queda lo demás? Ya ha perdido el sentido en su propia esencia, así el mismo amor por el oficio que se vuelve monótono y competitivo, quedando tan sólo querer sacar tu presencia, presencia profunda que llena los huecos faltantes y desvela mis profundas necesidades de tener un momento a tu lado. Libre sobre cualquier pensamiento eterno se estanca la esencia de ti, te has vuelto un rebelde aquí en esta repetitiva ciudad y amo, amo tu existencia maldecida, escondida, secreta, aullante, a la que no podrás entender, y yo, yo amo, canto con el corazón. Habrá más que decir cuando ha querido salir lo más profundo, preguntándome qué tan hondo he caído y si tú eres almohadilla en esta travesia, ¿serás simplemente un paso más? o una lámpara mágica a los viajes lejanos de la eterna realidad que cada vez se vuelve tan falsa. Pido un momento de silencio para reaccionar. Cargar un poco mis ánimos para sentir que no he fallado esta noche, otra vez. Todo suena tan peculiar una noche más, pero ya lo real permanece en la oscuridad, a donde Izy es privada de entrar. Momentos en los que se regresa a Arabia en busca de aventuras, parecen ser todas de noche casi irreales, pero han de salvar una y otra vez tu vida, vida, vida magnífica de historias pertenecientes a siglos atrás, simplemente una forma de ocultar los tabús incomprensibles. Ahora pongo en juicio, lo que jamás debió ser de mi propia esencia, lo que debió ser solo un sueño y quedarse ahí, pero realidad extraña se ha vuelto y no puedo entenderlo no sé a dónde me llevará este camino, a los cuatros elementos justifico ha sido culpa del viento y del tiempo, conmigo han jugado. Venus jamás entenderá que el amor no subsiste por su presencia y otros dioses me aconsejan. Mercurio me hizo siendo mensajera y no correspondida del amor. Todo tendrá un sentido, ¿podrás comprenderlo? Por ahora dejaré en duda lo que tú no entiendes, lo que yo deseo guardar, lo que el mundo no sabe, lo que el tiempo dirá.

jueves, 10 de mayo de 2012

Tierra

Sombra perversa que sigue mis pasos, siempre ahí tan oscura y a mi lado. No dejas de guiar este camino versátil enamorado del viento, bajo un signo mensajero. Pero tú, maldita sombra pegada a la tierra, pedazo de polvo infértil, con gran poder, confiado de Venus que te corona de laurel. Me atrapas y no me dejas escapar, te tengo, me tienes, al fin al cabo siempre estamos uno tras el otro, sin dejarnos ir. Veo la luz, pero te ausentas junto a la pared, me miras con esa lóbrega forma de ver tuya, sólo me miras tomándome con tus oscuros matices. Me acerco a la luz y me miras, estoy tan cerca de la luz y me miras, estoy a punto de tocar la luz y me miras, me sostienes del brazo, me detienes. Te burlas porque me tomas y regresas mis pasos para sólo contemplar la luz a tu lado, “las estrellas allá en el cielo podrán durar siglos”, dices “pero tú y yo estaremos juntos siempre” terminas. Yo, yo quisiera ser infinito apartado del “Siempre” y volverme siglo, estrella, brillante. Es irónico que tú, con ese color sombrío jamás me observes en la oscuridad ¿Por qué te alejas? Ahora ¿Dónde estás? O serás tú quien me acobija en mis peores momentos. Al menos me propondré a cambiar esa imagen tuya del héroe que me arropa. Si bien, ambos conocemos la noche y sabemos el momento más oscuro cuando ni uno ni el otro se tiene, pero se es libre, pocos momentos dura la paz, la soledad, la perfecta calma en la oscuridad, en ese dolor de poquito que nos mata pero disfrutamos más que la cotidianeidad, ¿Lo disfrutamos? Verdad que ¿Lo disfrutamos? ¡Oh sombra! Vuelves a aparecer cada día continuando nuestros pasos juntos mirando el cielo añorando la oscuridad y la paz, mirando al suelo soportando la oscuridad y la guerra.

lunes, 16 de abril de 2012

Agua

Es curioso porque después de mucho tiempo subo mis escritos, en fin nada en especial, sólo que lo disfruten ;)

De mi boca miras como fluye el pasado y ya no deseas más que se estanque el agua, pero cavas zanjas muy profundas y las aguas de mi ser las recorren y caen. No se pueden levantar, ahora tú eres nube, te vas.  Me dejas entre tus abismos, a ¿dónde has ido? No entiendo exactamente cómo te vuelves ligero y te vas, te vuelves en masa frágil y brío lleno. Te vuelves utopía majestuosa de matices opacos sobre mi cabeza. Me saturas de tu nada, de las cosas que no das explicación. Entonces intento salir de este cause, tranzando caminos por doquier a ¿dónde voy? Me guío por el viento cómplice, susurrante de rutas secretas, me dejo caer a veces y ya ni sé si agua llevo pero te sigo a ti, con tu aliento a mar, siempre a sal, amargo. Soy río y te transformo en océano, profundo, misterioso, oscuro, infinito, lleno de vida, enorme, mareante, inerte y es que a ti me dirijo aunque mi pensamiento sabe que volverás a orillarme convirtiéndome en río, siempre distante y de algún modo a ti estoy ligada.

lunes, 19 de marzo de 2012

Poema región 4 1/2

Algo de hace mucho que quería dejar. Pd: el tiempo es relativo.

No cierres los ojos, no me dejes caer a mí sola, no quiero sentir que soy sólo yo quien siente este amor. No cierres los ojos cuando te besó, el cuarto permanece frío mientras tú te ausentas. No cierres los ojos, ni rías suavemente, no quiero pensar que de mí te burlas. No cierres los ojos porque te extraño cada vez que lo haces. No cierres los ojos cuando estés conmigo, deseo penetrar en tu mirada mi corazón puro. No cierres los ojos, cuando te estoy mirando, cuando deseo profundamente acabar en tus brazos, en tus labios, en tu cabello, tus dedos, tu pecho. Encontrar tus ojos abiertos hallando en ellos al menos una luz de amor sincero.




lunes, 5 de marzo de 2012

La niña de la granja.

Hace mucho tiempo en algún lugar lejano, vivía una niña en una granja, donde había animales desde gallinas hasta avestruces, desde vacas hasta búfalos. Un día andando por el corral de las vacas, miró algo en el suelo, tenía un aspecto verdoso y mal oliente. La niña tomó un palo y la interrogó:
¿Qué eres?- preguntó la niña llena de curiosidad.
Soy una mierda.- contestó el pedazo viscoso del suelo.
Una mierda.- repitió ella con intensidad.
Sí, soy eso nada más que una mierda.
La niña en realidad nunca había visto una mierda en su vida y le daba curiosidad su función o su proveniencia así que de nuevo la interrogó:
Mierda, ¿para qué sirves?
Para nada, soy lo que desechan los animales, no soy más que una mierda.
Entonces.- mencionó la niña con una tenue voz. – antes eras parte de un animal.
Sí.- contestó la mierda malhumorada. – fue un proceso cansado. Veras, yo solía ser una planta tranquila y libre, hasta que cierto día un animal de enorme tamaño me comió. Desconozco su nombre, pero le llamé “vida”.
 La niña que sabía cada uno de los nombres de sus animalitos, supo que se trataba de una vaca, no quiso mencionarlo, así que dio seguimiento al relato que la mierda le hacía.
Eso sólo fue el principio, pues de ahí tuve que pasar a un lugar oscuro. De ser una seria planta, me estrujaron hasta dejarme sin fuerzas, pensé que sería lo único, pero en mi debilidad quise salir adelante.
La niña escuchaba atentamente palabra por palabra de la mierda, pues le parecían fascinantes los sucesos que le contaba. Por lo tanto no lo interrumpía ni un segundo.
Cuando pensé que saldría.- mencionó la mierda alzando parte de su cuerpo al cielo. – llegué a otro lugar oscuro, ahí conocí a ciertas cosas que al principio me agradaron, luego estos me empezaron a descomponer. Dándome este olor mal oliente y privándome de lo poco que tenía. Desnudo, me elevaron a un lugar. Aquí había abundante agua, esta era deliciosa y me llené de ella. Esto me dio una esperanza y me sentí nuevo otra vez. Estaba gustoso a pesar de que era muy oscuro ahí, por eso fue que seguí caminando en aquella “vida”. Pero cuando todo parecía salir a la perfección llegué al último lugar oscuro de todas partes caía una un ácido que carcomía mi piel desnuda. Ya no podía más, era demasiado para mi y heme aquí, hecho una mierda por la “vida” que sólo me trató con una mala cara, aun cuando me dio esperanzas, pero al fin y al cabo terminé siendo una mierda.- sollozó profundamente y continuó diciendo. – jamás podré volver a ser la planta aquella que fui, la que con el viento se movía a su compás de libertad. Ahora soy pura mierda y nada más.
La niña miró a la mierda y la tomó con sus pequeñas manos. A pesar de ser sólo una niña sabía mucho de animales y plantas, amaba a cada ser por igual. Habiendo tomado a la mierda la llevó a un montón de tierra y ahí la esparció delicadamente y le dijo.
Mierda incorpórate de nuevo a la tierra y no te lamentes más, tengo un buen presentimiento de ti. – dijo sonriéndole y rociando un poco de agua sobré ella y la tierra.
Un buen presentimiento si sólo soy una mierda.
La niña se marchó haciendo caso omiso a las palabras de la mierda. Los días pasaron y la mierda poco a poco se incorporaba a la tierra y los demás minerales, hasta crear una mezcla homogénea. La mierda ahora era más que eso, ahora pertenecía a la misma tierra. Después sentía un cosquilleo por debajo de sí misma. Era un brote de alguna planta. La abrazo porque sintió un afecto inexplicable por ella. Siguieron pasando los días y la mierda que era parte de la tierra, se incorporaba a la planta, hasta unirse. Cuando salió de la tierra se transformó en una hermosa flor, de tallos fuertes, hojas brillantes, pétalos grandes y llamativos. La mierda miró al cielo, ya siendo una radiante creación de extremada belleza, dándole gracias a la niña porque confió en que a pesar de que la “vida” lo había convertido en una mierda, todavía había esperanzas de transformarse en algo que de verdad valiese la pena, aun más que una simple planta verde.

martes, 28 de febrero de 2012

Entrevistando a Cthulhu.

Reportero: Muy buenas tardes señor Cthulhu, me es grato saludarlo y saber que ha me permitido el privilegio de hacerle esta entrevista.
Cthulhu: Eh, bueno que puedo decir, nunca en todo el tiempo que he estado en la tierra alguien me ha entrevistado.
Reportero: Oh es algo que no lo sabía, en fin, me gustaría empezar la entrevista.
Cthulhu: De acuerdo.
Reportero: Cuéntanos, ¿cómo es que llegaron tus antepasados a nuestro planeta?
Cthulhu: Pues nuestro planeta era muy seco y nosotros a decir verdad eran más pequeños que mi tamaño. Un día un sabio nos indicó un planeta azul y fue como llegamos.
Reportero: Espera has comentado que sus cuerpos eran más pequeños y ¿a qué se debe que hayan crecido?
Cthulhu: Oh es fácil de explicar, veras el agua de aquí nutrió nuestros cuerpos incrementándolos de tamaño.
Reportero: Pero, entonces no eran muchos los de tu planeta, porque ¿dónde cabían?
Cthulhu: Pues al principio fue un tanto difícil el hecho de que todos queríamos venir a este planeta, posteriormente sólo se nos permitía venir tres veces al año, por este hecho nuestros cuerpos dejaron de crecer.
Reportero: Bueno Cthulhu y a que se debe que no vengan más a nuestro planeta.
Cthulhu: Después de mucho tiempo de venir, los mismos nutrientes que existían en las aguas del planeta  hicieron que nuestras mismas bacterias crecieran dando vida a este mundo. Poco a poco veíamos como evolucionaban, era maravilloso verlos cambiar a lo largo de los años. Al llegar a su etapa evolutiva final nos dimos cuenta que les causábamos temor y se alejaban. Es por eso que decidimos abandonar este planeta para que fuera floreciendo por sí mismo, sin embargo queríamos saber cómo era ese proceso y yo fui el encargado de vigilarlos.
Reportero: Increíble jamás pensé que la vida pudo haber empezado de este modo.
Cthulhu: Que puedo decir, je je.
Reportero: Cthulhu, cambiando de tema ¿cómo es que Lovecraft supo de tu existencia?
Cthulhu: ¿Lovecraft?
Reportero: Si, Howards Phillip Lovecraft.
Cthulhu: Ooh te refieres al pequeño Phil. Ese pequeño era muy travieso, una vez lo encontré cerca de un muelle y aun no sé cómo me vio, pero me gritaba, como para que me acercase a él, si recuerdo que me decía “ven pulpo ¡ven!” en ese momento, yo le platicaba muchas aventuras que había vivido en el pasado y él las complementaba, tenía mucha imaginación aquel niño.
Reportero: Como última pregunta, aunque no quisiera, ¿fue idea tuya o de Lovecraft lo de los tótems?
Cthulhu: Los tótems en realidad tienen para mí un valor sentimental, ya que en una de esas que me asomaba al mundo exterior, en las orillas de una bella playa me encontré a una hermosísima sirena, con la cual tuve una relación amorosa por mucho tiempo, ella me demostró su amor creándome en un pedazo de madera, fue algo muy romántico de su parte (se pone rojo). Después termino nuestra relación y conocí a un sinfín de bellas criaturas y como muestra de su amor les pedía que me hicieran en un pedazo de madera.
Reportero: Todo lo que me ha dicho señor Cthulhu es verdaderamente impresionante, lástima que se nos ha acabado el tiempo, gracias por su tiempo.
Cthulhu: No es nada, pequeña criatura.

domingo, 26 de febrero de 2012

Una visita al baúl de los recuerdos.

Está eso, lo que nunca se dijo pero aun lo siento. El querer expulsar no un dolor, sólo una parte de mí o quizás sea de ti, porque no entiendo mucho los motivos que tiene el destino, sólo sé que todo debe de estar bien y que no me debo de preocupar, pero entonces debo todo dejar marchar, como las olas del mar que algún día regresaran. Tratar de ver lo hermoso que hay, engañándome que es lo único que espero, diciendo lo más bello para que un día llegue a mí, gritando al cielo lo tanto deseo, pero no veo tu presencia tan sola rodeándome y no tomo en cuenta que pudiera escuchar este llamado. Maldigo cada vez que sola me encuentro y mis lágrimas tiradas al suelo no por la soledad, sino por saber que muy cerca está, sentirla besándome cuando lejos estaba de mí y se ríe como para hacerme sonreír. Qué de malo tiene apartarte de un tiempo, de un mundo que parecía "perfecto." Nunca olvidaré el día que fui expulsada del país de las maravillas simplemente tendré encuentra que los sueños aun siendo tan bellos siempre se volverán pesadillas. No caeré esta vez porque ya me sé levantar pero quizás mis piernas flaqueen por las caídas de atrás. Todo lo cambiaré, el destino me dijo que así estará bien y luego sonreiré sin temer de lo que un día pasó, sólo sonreiré y mis lágrimas las guardaré, para ese día me dé cuenta que todo lo que hice no fue un error que cada caída no fue más que una reflexión, entonces lloraré porque al fin pude ser feliz porque no necesitaré el martirio de la comprensión simplemente olvidar todo lo que paso...

miércoles, 15 de febrero de 2012

Light

Las luces color rosa por la ventana de aquel cuarto cerca del puesto de comida se asomaban, cálidamente. El bullicio de las personas hambrientas, parecían apenas murmullos lejanos. Estaban los dos, frente a frente, con su desnudez al descubierto. No era la primera vez de ninguno, sin embargo eran vírgenes a cada uno al cuerpo del otro. Sus miradas eran intensas y profundas. Eran como el verano, sí, como el verano que trae consigo violencia natural; sismos, huracanes, tormentas. Así estaban sus cuerpos, llenos de tanta energía. Ambos se encontraban de pie y sólo se miraban. Se hallaban en la casa de ella.
Ninguno de los dos se explicaba cómo habían llegado a tal grado, después de dos años de conocerse. Él la miraba como una diosa con su cuerpo casi entonado. Su tez era de un bronceado poco notable, sus pechos, parecían haberse dibujado con tanta delicadeza, además del perfecto tamaño dotado. El rostro de ella, un poco alargado, con ojos grandes de color oscuro; una nariz aguilera y una boca delicada y suave. Esa boca, había algo que siempre los hombres notaban, lo creían sensual al momento de besar, porque sólo así lo notaban. Un lunar, un lunar casi transparente en el labio superior de ella. Él la seguía contemplando, mirando como las manos de ella querían esconder esa inocencia; una cubriendo sus pechos y la otra un poco más abajo. Parecía una criatura indefensa.
La respiración de él avanzaba rápidamente y se detenía un instante, donde se quedaba sin aliento. Sus manos sudaban y trataba de controlar tal reacción. Entonces, la quiso tomar y la azotó en la pared. Le besó apresuradamente el cuello, con mucha pasión pero ella tomándolo de los hombros lo mandó a la cama.
Lo sentó allí. Ella lo miró, notaba que su abdomen no estaba bien formado, pero le excitaba ver su pecho enmarañado, lo tomó de ahí y  acercó su boca con la suya. Ella se encontraba parada, pero luego fue descendiendo, mordiendo sutilmente el cuerpo de él. Empezó por el cuello jugando un poco con la lengua y esa pieza de metal que portaba. Sentía la manzana de Adán, una y otra vez pasaba su lengua por ahí. Él sólo mantenía sus manos apretando fuertemente el edredón rojo de aquella cama que perdía forma con cada minuto transcurrido. La aceleración de él podía escucharse y permitió que ella siguiese actuando. Ella había bajado un poco más, estaba en la parte pectoral de él, soplaba ligeramente sus vellos, de la misma forma que besaba en diferentes partes del tórax. Cada vez él sentía una gran necesidad de actuar junto con ella y la tomó del cabello, inconscientemente la hacía decaer lentamente. De pronto, los ojos de él se dilataron aún más que aquellos días de escuela. Un sonido casi sordo, pasó por sus oídos, como cuando se alcanza una gran altura.
Fuera de aquel cuarto alguna radio se escuchaba y de ella la canción de “Alquimia” sonaba yo volaré hacia ti, el mismo cielo que nos une. Él escuchaba una y otra vez aquel coro, sin sentido alguno en ese momento, sólo acariciaba el cabello sedoso de esa mujer que constantemente movía su cabeza de abajo hacia arriba. Miró su nuca y veía como controlaba cada movimiento de ella con sus manos, era mejor, ella no objetaba. La levantó, para mirar su rostro. Estaba llenó de lujuria aunque la ternura seguía ahí. La tomó de los hombros  y la sentó en sus piernas, juntando la boca de ambos, abriendo la puerta del alma para que pudiese habitar en el cuerpo del otro. Ella tomó el miembro de él y lo introdujo en sí. Sintió como este, hacia que su libido incrementará y dio un fuerte grito. Su cuerpo empezaba a sudar, él la subía y bajaba, tomándola de las caderas con pasión. Se encontraban los dos en una especie de trance, ella gemía mientras él miraba como sus pechos rebotaban. No sólo estaban unidos de cuerpo, había sellado un pacto con sus labios y sus almas bailaban juntas. El éxtasis crecía cada vez más. El fulgor del momento hizo que él tomase un pecho de ella, llevándolo a la boca, jugando un poco con su pezón. Su lengua se deslizaba con movimientos circulares, entonces le dio un ligero jalón con los dientes. El cuerpo de ella se erizó. Él sintió esa reacción más abajo. Ella se tomó un mechón que le cubría el rostro, mandándolo hacia atrás. Tomó las manos de su acompañante y cerrando su puño dejó sólo el pulgar levantado, empezó a lamerlo. Primero lamió la uña, rozándola finamente por sus labios, dándole un poco de su respiración. Inspiró suavemente introduciendo el dedo más a fondo, lo lamió todo desde arriba hacia abajo. Mojó completamente aquel pulgar y lo llevó a sus pechos. Su sollozo cada vez era más fuerte, mientras el rodeaba su areola. Él sentía una atracción inexplicable hacia ella y cada vez más profunda. Quería realizar todo lo que pudiese con aquella mujer, deseaba brutalmente experimentar más allá. Aquello había pasado de ser algo carnal a un acto místico. El poder que ambos llevaban se iba consumiendo, pero la fuerza no desvanecía. Sus ojos se impregnaron. Fue sólo un momento o quizá pasó una eternidad. Podían sentir deliberadamente como el calor de sus almas salía por sus poros. De nuevo unieron sus labios para dar por hecho lo acontecido. Esta vez  fue largo y arrebatado.  Él volvió a tomarla de la cintura, y con el brío del alma que regresaba al cuerpo, lleno de femineidad,  la penetró y ella sintió esa sensación llena volviendo a sí. Lo acostó, pero él cambió los papeles sometiéndola. Ella sólo aruñaba su espalda, respirando lentamente. El acto tomó un paso más acelerado. Ella experimentaba cada golpe de su miembro en el suyo, negarse a expulsar aquella reacción era como negarse a probar el betún que esta por embarrarse; el betún estaba a punto de ser esparcido, él seguía con su ritmo veloz, ella no pudo más y de un grito hizo que aquella noche los astro brillaran más. Entonces se embarró. Las olas del mar chocaron contra la costa en luna llena. Él había terminado, ella sólo hizo un minúsculo quejido, esparciendo sus rayos de luna sobre él. Los dos se miraron y permanecieron callados. Lo demás siguió su curso. Las personas llegaban y se iban fuera de aquel cuarto, a pesar de que permanecer cerrado ya el puesto de comida.  Las luces color de rosa se apagaron; el sol era quien alumbraba ahora sus rostros.

miércoles, 8 de febrero de 2012

El fantasma de mi ático.

Aún recuerdo esa noche cuando niño era, mi cuarto estaba en el piso de arriba de mi casa, en seguida del de mis padres y cerca de la puerta a mí al ático. Siempre escuchaba ruidos ahí, pero mi madre decía eran supersticiones mías. Esa noche fría de octubre, cuando la gran luna daba todo su esplendor, no fue excepción los ruidos sobre mi cuarto, en aquel diminuto lugar donde terminaba mi casa a lo alto. Esta vez yo, a mi temprana edad y muy activa curiosidad, fueron factores por los cuales decidí subir para saber de qué se trataba. Recuerdo no tuve miedo, la luna me fue cómplice en la misión, pues me permitía al menos ver mucho más allá de mi nariz. Antes de llegar al ático, en la puerta, algo me detuvo. Era un hombre altísimo con una capucha negra, el rostro se le notaba poco, era triste y aburrido. Luego le miré bien y me di cuenta que sus pies no estaban. Por un momento no supe explicar tal circunstancia, pero con mi gran intuición de niño, me hizo suponer se trababa de un fantasma, así que para estar más seguro le pregunté:
-          Señor – le dije tratando de encontrar su mirada. – acaso usted es un fantasma.
-          Fantasma, ¿yo? – preguntó sorprendido. – hijo como es que me preguntas eso, soy tu padre mi amado Martín, tu padre Jack.- concluyó.
-          No, no señor Jack no soy su hijo, pero dígame que hace usted aquí, cuidando la puerta de mi ático. –pregunte con una voz fuerte y segura.
-          ¿Tu ático? Pero si esta es mi casa – contestó confundido.
-          Señor – repetí. – le he dicho ahora esta es mi casa y usted es un fantasma. Sólo quiero saber el motivo de cual usted está aquí y hace tanto ruido todas las noches para así me pueda ir a dormir en paz.
El fantasma se puso a pensar en la probabilidad yo tuviera razón. Entonces se miró de cabeza a su parte inferior y se dio cuenta que los pies le faltaban y así entendió la verdad de mis palabras.
            Al fin reconoció su estado espectral, intentó hacer chistes sobre eso, pero no causaban un gran impacto en mí. Después comprendió que, por esa misma razón tampoco se movía de dicho lugar y su hijo Martín nunca subía. Luego hizo remembranza de lo sucedido. Recordó como había conseguido la casa, se encontraba en bajo precio a pesar del tamaño, pero su costo se debía a que tenía una maldición. Esta se trataba de algún espíritu maligno poseía a su víctima y la dejaba en estado vegetal, pero el ente solo se encontraba en el ático.

- Es por eso mi estancia permanente en este sitio– dijo.
- Pero señor Jack eso no explica bien el hecho del que usted se encuentre aquí. – concluí.
- Oh bueno veras, esa alma malévola que hay en este ático, sólo se apodera de pequeños niños como lo era mi Martín.
Me di cuentan el deseo del fantasma por proteger a su hijo era muy grande, tanto que un día decidió poner un candado en la puerta del ático, pero cuando se dirigía a la tienda, tuvo un accidente automovilístico y murió.
- Ahora mi pequeño amigo, entiendes porque me permanezco protegiendo la puerta de niños como tú no suban. Sin embargo, a decir verdad desde el accidente y la partida de mi esposa y mi hijo de esta casa, pensaron lo acontecido había sido causa de la maldición se marcharon. Eres el primero en venir aquí.
Su acción era tan buena pues a mí también me cuidaba, así que le propuse un trato.
- Señor fantasma como usted me ha protegido de los males de allá arriba, yo le prometo cuando sea grande, entraré al lugar el cual usted hace guardia y desharé la maldición de ese cuarto. Para ningún niño peligre de subir al ático y ser atacado por algún espíritu maligno.
Fue así como el fantasma del ático y de nombre Jack y yo, el niño inquieto en aquella noche de Octubre, tras escuchar ruidos en el cuarto de la parte más alta de mí casa, cerramos un trato. Yo le prometí regresaría en quince años y como todo buen niño le di mi palabra. Ahora han pasado quince años ya es tiempo de regresar.
La noche había caído al igual que hace quince años y con esa luz reflejada por el enorme astro que un miércoles me aluzó hacia una aventura, hoy domingo la he de terminar. Cuando mis padres partieron hacia su cuarto para descansar, yo me dirigí rápidamente al cuarto donde nadie nunca subía. Y ahí estaba el señor con la triste mirada hacia abajo esperándome después de quince largos años.
- He vuelto – le dije feliz y sonriendo.
- Eres tu mi pequeño amigo, ¡mira como han pasado los años en ti! Mientras yo me conservo igual – decía esto como forma de broma.
Al parecer su humor no había cambiado en este lapso de tiempo. Entonces después de aquellos chistes, mal estructurados me dijo:
- Bueno mi pequeño amigo, es hora de cumplir tu promesa y romper la maldición que me prometiste deshacer.
Era demasiado extraño, pues ahora siendo ya todo un adulto, me daba miedo a lo que me pudiese encontrar ahí adentro. así que le dije.
- Señor fantasma, necesitaré suba conmigo.
El dudó en hacerlo pero al último accedió. Estábamos los dos tenebrosos. Todo se encontraba tan oscuro y lleno de telarañas y cajas de cartón. El piso era de madera, tuve miedo al caminar pues parecía ya estar muy descuidado y putrefacto y podría caer en cualquier momento. Había llevado algunas cosas con las cuales supuse terminaría con la maldición, aquellas en las películas de terror siempre dicen debemos llevar en caso de cualquier suceso demoniaco. Como la biblia, sal, campanas y una bolsa llena de objetos de ese tipo. 
Mientras yo sacaba mi material para empezar mi “limpia” observé a el fantasma Jack miraba fijamente un objeto, luego me aproximé y le pregunté:
- Señor fantasma, ¿Qué es lo que usted ve?
Sus ojos se veían nublosos y lágrimas caían al suelo de sus ojos de humo y con una voz quebrada contestó.
- Esta es la pelota de mi hijo Martín, yo se la regalé en su cumpleaños número cuatro.
Me quedé asombrado, en sus manos tenía una pelota colorida a pesar de la oscuridad y sus  palabras mencionadas decían su hijo había estado ahí y ninguna maldición existía en aquel ático. Entre sus ojos llenos de tristes gotas y una melancolía de saber que todo ese tiempo ahí fue en vano me dijo:
- Era necesario que yo supiera esto, ya veo que mi Martín siempre fue un niño que no le temía a nada, ahora sé que no existe peligro aquí arriba. Ahora no hay nada que cuidar y ya podré descansar en paz.
Me dio las gracias por todo el trabajo que había hecho por él, se despidió con una sonrisa y desapareció, la pelota cayó en mis pies, la tomé y bajé a mi cuarto. Fue la última vez que lo vi. Así fue la historia del fantasma del ático.

sábado, 28 de enero de 2012

Sólo fue un sueño, nada más.


Te encontré entre
La noche y tus labios
Me rozaron.

El alcohol suculento,
Entrante en mi
Corazón despertó
Un deseo

Lujuria.

No vi cuando
Me llevaste de la mano
A tu cuarto frío

Sólo sentía
Tu respiración frente a la mía
O ¿habrá sido el viento?

Sucesos repentinos pasaron,
A quién le importa
Si se repetirán.

Despierto al lado
De él, me pregunta qué
Pasó, lo miró
Y le digo:

Sólo fue un sueño, nada más.

“El arte de cortar”

Tu figura en forma de maniquí
Se ve bien, mis manos le harán mejor
y empezaré por aquí. Tu brazo.

Tu brazo parece demasiado largo
pedazo de ceda que cubre tu desnudes,
te cortaré un poco.

No, no temas a mis tijeras.
Siente como te hace más libre
a eso que deseas mostrar.

Ahora haré lo mismo con el otro
¿Puedes notar que así estas mejor?
¿Y esas piernas?

Creo que no están del todo bien
De ellas me apoderaré
Cortando por arriba de tus rodillas.

Solo falta el último toque
Pues en tus caderas pondré agujas
Sí ya está listo el vestido
Que a mi amada regalaré.