domingo, 31 de julio de 2011

algo asi como mi futuro

Quizá no paresca del todo interesante, pero apenas es el principio. Bueno sino me creen esperen la siguiente pare y verán n_n

Cuando decidí apagar la computadora, escuché un ruido que provenía del CPU. “es normal” dije, pues la había tenido más de quince horas prendida. Era agotador tener un trabajo como columnista, ya que se trabajaban varias horas frente a un monitor. Es verdad que además de dedicarme a mi trabajo había muchas distracciones, pero también eran necesarias. Había veces –más en domingo– en las que ideas desaparecían y un poco de videos, redes sociales, juegos, ayudaban para seguir con mi trabajo. Ese día había encontrado una página buenísima, se trataba de un rpg, ni siquiera era en línea, ni siquiera se trataba de buenos gráficos, pero de alguna manera resultaba muy adictivo.  Parecía como aquellos juegos de NES sencillos, sin embargo, podrías durar horas jugando. Empezaba con un letrero aluzado que decía “find” sólo eso. Pensé que lo más probable era pulsar alguna tecla o al menos el “enter” me fui por prensar dicha tecla, al fin al cabo habría hecho las dos opciones que supuse. De pronto la pantalla cambio como si se hubiese trabado, pensé que se trataba de algún virus y me enfurecí mucho conmigo misma pues, no sabía si era realmente grave o simplemente era un fallo. Después de un rato la pantalla volvió a su estado normal. Ahora había la opción de seleccionar el sexo del personaje. Claro elegí a la chica. Siempre he tenido la curiosidad de porque a los hombres les da por tomar personajes de mujer, podrán decir que es sexy, a mi punto de vista eso se me hace estúpido ya que solo se trata de un juego. En fin, de igual modo no se distinguían bien entra si era hombre o mujer, lo único que cambiaba era el color de la ropa. De rosa a azul. 

Cuando la historia empezó se trataba de un cuarto oscuro y con un aspecto de tristeza. Quise dejarlo pero, sabía que no había nada mejor que hacer las ideas en mi cabeza para proseguir mi columna de la semana estaban totalmente perdidas. Pulse de nuevo “enter” entonces apareció una luz pequeña, tenía el aspecto de una computadora me acerqué a ella pulsando las flechas del teclado. Al llegar a tal punto debajo apareció un cartelón diciendo “you must find” pensé que de eso se trataba. Obviamente si así se llama el juego. Luego trate de salir del cuarto, parecía que del lado contrario a lo que supuse era una computadora. Al entrar a otro escenario seguían siendo oscuros pero al menos en los siguientes se podían apreciar algunas cosas. Cajas, muebles, paredes y algo que me pareció raro fue un teléfono en el suelo. Era un departamento, sencillo un cuarto cual podría tratarse de un estudio. Una recamara, sin cama. Un baño y sala estaba repleta de cajas. Me sorprendió como alguien haría dicho juego, pues se trataba de un role-playing game y el escenario se trataba de un apartamento. Fue mi más sorpresa cuando los primeros enemigos aparecieron se trataba de cucarachas, o al menos eso asemejaban. Mis armas de combate eran un zapato y un matamoscas. Creí una especie de broma aquel juego, de alguien con mucho menos vida que yo y encontrarse totalmente aburrido, pudo haberlo creado. de alguna manera lo encontré gracioso y me empezó a gustar, si, con aquella simpleza, donde tu zapato inicial se volvía una bota rockera conforme obtenías experiencia.

Cada vez que avanzaba y registraba cada caja y los tres miserables cuartos de aquella casa podía avanzar un poco hacia el exterior. Pero era necesario revisar una y otra vez los cuartos. Recorrías los cuartos y salías para poder subir de nivel, encontrarte con personas quienes te retaban, pájaros en el pasto con su ataque especial de tirar sus eses desde el aire, perros mordelones entre muchos otros animales y personajes comunes. Y de nuevo regresar a la casa para encontrar objetos para proseguir el juego. Se volvió interesante dentro… el tiempo que lo jugué. No recuerdo cuanto fue el tiempo que perdí apegada al monitor repitiendo una y otra vez la misma acción, simplemente para saber hasta dónde podía llegar. Pensé llegar muy lejos, había ido al parque, al mercado, una escuela, una papelería; creerían los enemigos de tal negocio. También llegue a una gasolinera, un restaurante, una farmacia, algunos otros departamentos y por último fue la iglesia. Supuse que podría ser la colonia de quien había creado el juego. Abrí otra ventana en mi navegador solo por curiosidad. “Será muy difícil”, pensé. Mejor me decidí a ver la hora, pasaba de las cuatro de la mañana y no lo había sentido de esa manera. Ni siquiera había abierto mi documento para trabajar, hasta pensé en cambiarlo y hablar sobre el juego que se había apoderado de todo mi día....

martes, 26 de julio de 2011

El hada que quería ser rosa.

Hace mucho tiempo en un jardín lleno de rosas rojas y frondosas, vivían pequeñas hadas que danzaban alrededor de ellas todo el tiempo. Dolikan, un hada chiquita, con alas rosadas y una cara muy redondita, amaba las flores. La olía apreciaba, acariciaba, sentía. Para Dolikan era una satisfacción convivir con las rosas.

Por la noche mientras su madre Luna menguaba, Dolikan le pidió que la convirtiera en una rosa.

-          Hija mía.- dijo la Luna.- Para qué quieres ser una rosa.

-          Ellas son bellas.- replicó la pequeña hada.- Sus colores son tan fuertes y brillantes y su textura, no tiene comparación alguna.

-          Mi pequeña Doli.- Prosiguió la Luna, con un rostro de ternura como solo una madre puede tener y una voz tan tersa como arrullando.- Mírate, tú también eres bella y no podrás compararte con una rosa pues su belleza no es eterna, mientras tú, tú serás hermosa para siempre.

Hubo un momento de silencio, Dolikan miraba hacia el piso, pero al fin con un nudo en la garganta pudo soltar palabra.

-          Madre, concédeme este favor que es lo único que te pido. Quiero sentirme especial, como ellas.

La luna la vio de nuevo y le regalo una sonrisa. Le pidió que se fuese y mañana tomaría su decisión. Por alguna razón Dolikan se sintió satisfecha y feliz.

Al día siguiente Dolikan era una hermosa flor roja. Frondosa con sus grandes pétalos bañada por la brisa del amanecer. Sus hermanas hadas se acercaban a dejar su esencia en las aquellas flores del jardín donde era su hogar y danzaban todos los días con su gracia de criaturas mágicas. Doli al verlas, pronto quiso darse a conocer su hermosura como rosa.

-          Hermanas, hermanas-. Dijo una y otra vez. – miren mi belleza.

-          Pero ¿quién eres?-. Mencionó una al no reconocerla como flor.

-          Que tonta eres Mimí-. Reía mientras contestaba. – soy yo, Doli, Dolikan.

-          Pero Doli que te has hecho, porque eres ahora una rosa.

-          Porque envidiaba su hermosura.

La otra hada no entendía bien lo que su compañera, quien ahora era una delicada flor. Las demás hadas tampoco, entonces todas rieron, creían había sido un deseo muy tonto. Bailaban a su alrededor la rociando su perfume, pero siempre con algún comentario que incomodaba a Dolikan. “que tonta eres Doli” decían unas “Belleza de pocas semanas” susurraban otras, y tenían razón, pues vendrían los humanos y se la llevarían lejos de ahí, tal vez llegaría un ladrón y se la daría a su amada. O lo más probable es que la vendieran entre otras más sin notar su belleza. Y fue así como sucedió. Dolikan fue llevada con otras rosas más a una florería y a pesar de los sentimientos encontrados que tuvieron sus hermanas, no podían hacer nada para que no se la llevasen. Sin embargo el hada que ya era rosa aún se sentía bella y pensaba sobresalir entre las demás flores, era  en parte verdad, su madre luna la había dotado con unos enormes pétalos bastante rojos y bien definidos. Como ninguna otra rosa haya existido. Pero de nada le serviría tantos dones pues fue vendida pronto llegó al pueblo. Al ser entregada olvidaron de ella y al transcurso de los días se olvidaron completamente de ella. Dolikan, tarde había arrepentida, empezó a llorar y sus lágrimas caían por su tallo formándose pequeñas bolas puntiagudas alrededor del tallo. Y desde ese entonces las rosas tuvieron espinas, para que su hermosura no fuera arrancada tan fácilmente y perdurará más tiempo frondosas, rojas y bellas.


Esta historia la escribí hace mucho y como las anteriores espero esta les guste de no ser asi pues diganlo duh! n_n

miércoles, 13 de julio de 2011

triste historia

Aquí termino la historia de ayer n_n

En la mano un cuchillo tomó, antes de salir y al parque se dirigió, pero la ciudad era enorme, ¿Cómo encontrar aquel hombre siniestro? Pero de pronto recordó la última vez que lo vio,  “cómo olvidar su perfume, su mirada, su rostro… su ausencia. Cómo olvidar” conversaba con las flores mientras permanecía en el parque. La gente del pueblo la miraba, se desplazaba sobre las flores como si volara y la vida fueran nubes como si no hubiese preocupación alguna. Y cortando flor en flor les decía

-          Quiero disimular, saben queridas amigas, no deseo que nadie mi sufrimiento-.

De pronto su mirada dejo hacia otro lado se enfocó, “es él” a una margarita le susurró.

-          El hombre que te rompió el corazón-. Contestó la pequeña flor.

-          Si, debe ser él, él es-. Con mucho afán ella lo afirmó.

Y dejando a su amiga de pétalos amarillos se encamino a dónde provenía la voz.

-          Me recuerdas amor-. Le dijo, sin poder creer que de nuevo lo volvía a ver.

Pero que mal estaba ella, la muñeca un buen trabajo había logrado y un inocente pagaría el sufrimiento amoroso que Mary sufrió.

-          ¿Quién eres tú?-. replicó la pobre víctima.

Ella, no entendió bien lo que había escuchado tal vez bromeaba, ¿pero cómo pudo haberla olvidado? En un segundo toda su tristeza, duda, sueños  y alegrías se desvanecieron. Y una rabia por dentro apareció.

-          Muñeca tonta-. Mary susurró. – Tenías razón, ella tenía razón, tú me has olvidado. No lo niegues-. Gritó, con un mar de lágrimas rodando por su rostro. Sosteniendo el cuchillo cada vez más fuerte.

-          Me confunde señorita, tranquilícese, por favor.

Pero había sido demasiado tarde para aquel señor, Mary dos puñaladas le dio directo al corazón y la sangre su vestido ensució. Era tarde para arrepentirse, para entrar en razón y saber que no él su amante. Miro sus manos, estaban rojas. Se tiró al suelo llorando y mirando al cielo.

-          Alguien que me ayude-. Gritaba mientras lloraba desesperada. – alguien lastimó a este buen hombre-. Lo veía con ternura, hasta lo tomó del suelo abrazándolo. – no, no fui yo, lo juro, yo… yo solo salí a buscar el amor, yo solo salí a buscar el amor.

Una y otra vez Mary repetía lo mismo. La multitud no podía creer lo que ahí sucedía una mujer desdichada de pronto era una asesina sin causa.

            Pudo haber tenido causas (tal vez) si hubiera sido el hombre correcto, pero su locura cegó su realidad. Ya nada había por hacer, ¿regresar a casa? No era una opción, quizá, quizá si ella podría estar con su amado “si, podré estar con él” se dijo mientras corría al puerto dejando al muerto en una de las calles de la ciudad. Escuchaba al suelo decir “el caballero que tu buscas en las olas del mar lo has de encontrar” y la sonrisa en su rostro se formó. Estando en la orilla de un puerto, las gaviotas sobre ella volaban. El alba llegaba a su final, la brisa rosaba su rostro que poco a poco se transformaba en la bella e inocente jovencita, de vestido blanco que se despidió de su amado tiempo atrás. La ciudad oscura por la muerte de un hombre, se volvía de colores para Mary estando frente al mar. El bullicio de desvanecía, solo se escuchaba el vaivén de las aguas. Ella se recogió el cabello; tenía unos geranios en su oreja, sonrió y una concha le habló.

-          Sabes lo que sigue ahora-. Dijo la concha.

Mary esa tardé al mar se entregó. Quizá fue lo mejor, porque el hombre que Mary esperaba en el fondo del mar también se encontraba. Y ahora juntos los dos por siempre en el mar sus almas descansan.

martes, 12 de julio de 2011

la locura de Mary

Bueno no tiene nada que ver con las 24 historias que tengo pensado hacer pero bueno es una pseudohistoria =) espero les guste
¿Era en verdad entonces eso lo que quería? Estaba tan sola en el cuarto, esperando su regreso. Pensaba, sí, eso es lo que hacía. No notaba que la negra noche se encontraba ya presente entre los arbustos, sorprendiendo con aquella luz de la luna y los amantes olvidaban sus votos y planeaban la aventura. “¡qué importa si los demás se engañan! Yo nunca lo haré” se decía mirándose al espejo, cargando en la mano izquierda una linda criatura de porcelana. El tiempo junto con las lágrimas pintaban sus mejillas con líneas negras. Su vestido largo y esponjoso como la flor de primavera, pero tan triste y polvoso como los otoños, pues ya habían pasado tantos de estos “pero sé que volverá… él me lo prometió” ¿Cuánto más podrá esperar? El tiempo era relativo y su amor había enloquecido o quizá pudo haber fallecido, pero a ella eso no le importó. Tenía la esperanza y se alejó tanto de la realidad para envolverse en su propio sueño; una locura fatal. En aquel cuarto bailaba siempre y a sus amigas de porcelana una taza de té siempre le ofrecía por las tardes “les digo él volverá… sé que mi amor volverá” se decía cada vez que levantaba la cabeza de sus anfitrionas del suelo.

-          ¿Cuánto más esperaras?-. Le dijo una muñeca en su alucine por castidad.

-          Lo que sea necesario-. Contestó bailando con el brazo de otra compañera. – el me lo prometió-. Agacho la cabeza triste, porque empezó a dudar. – ¿lo hará?

La muñeca que estaba en su estante con las  demás incompletas se rió y con una voz burlona le dijo:

-          Sal afuera mi Lady, búscalo, veras que de ti ya se olvidó.

-          Estás loca muñeca, sientes celos porque jamás has amado.

Soltó el brazo de que traía en la mano y de un solo golpe se sentó frente su peinador y a aventó todo lo que había al suelo. Su locura estaba llegando al final. De nuevo se dirigió a la muñeca.

-          Mi niñita de porcelana, el me ama y volverá-. Tocando una foto de él.

-          Haz lo que quieras mi bella dama -. Moviendo la cabeza de un lado al otro y con su vocecilla de lastima hacia su amiga. – pero yo siendo confidente tuya te diré que lo he visto con otra más, el día que me dejaste en la ventana.

Entonces quiso entrar en razón pudiera ser que aquella criatura de porcelana dijera la verdad. ¡No! No quería ser engañada, había dejado tanto por aquel hombre para darse cuenta de que fue inútil. “¿Y qué? Si los otros lo han hecho ya” pensó.

-          Yo amaba a ese hombre más que a mi propia vida-. Luego volvió a ver a la muñeca.- tu tonta, mujer de porcelana has envenenado mi alma por desconfiar en mi amado-. Entonces se dirigió hacia la muñeca agarrándola del cuello.

-          Él te ha dejado entiéndelo.- decía la muñeca con el poco aliento que le quedaba, riendo de la tragedia de su ama.
Y fue cuando su locura llegó al límite, las paredes no parecían ser las mismas pues se movían de un lado a otro y los escuchaba hablar. Mary asustada sale corriendo del cuarto, pero las cosas aún seguían mareantes y confusas. Al fin salió totalmente de su casa, donde la situación parecía más estable. Miró para todos lados y una furia lleno su corazón, la muñeca la convenció del mal que le habían hecho: ella se quería vengar.

lunes, 4 de julio de 2011

Aron Van Irick, parte final.

Buena onda, ya lo he terminado X) ujujujuuju espero les guste.

El fin de semana pasó rápido para Arón, pues estaba ansioso por conocer al vampiro quien según su hermana era real. Quizá si lo conociese, estaría más seguro de lo que deseaba. Pensaba, tal vez, lo podría convertir a él también en vampiro y después venía a él otro pensamiento pues si eso pasase que haría luego, pues habría cumplido su sueño. Constantemente sonreía y se decía “¿seré un vampiro?” pero como todas las cosas bellas existía el miedo de que no ocurriera, entonces se decepcionaba cuando creía que era algo falso. Arón pensaba una y otra vez en el encuentro.

Al fin llegó el día, es curioso, porque jamás pensó en que perdería clases por su sueño. Cuando llegaron al salón de Neodimia, rápidamente pudo localizar a quien se supone era el vampiro ya que su vestimenta era totalmente parecida además su aspecto pálido y su vista desorientada lo confirmaba todo. Neodimia lo dirigió hacia él y los presentó a ambos.

-          Arón, él es Lugat, mi compañero de intercambio-.

Luego hubo un silencio pereciera que Lugat no hablase, entonces Neodimia se alejó dejando a su hermano y al vampiro solos. Entonces Lugat habló.

-          Así que te interesan los vampiros-. Dijo con una voz sencilla y nada parecida a la que Arón esperaba.

-          Si-. Dijo con decisión y una mirada entusiasmada. –Tengo desde los siete años leyendo sobre vampiros y murciélagos, la verdad me interesan mucho y deseo algún día…-. Se detuvo un tiempo y bajo la cabeza, pero recordó que era algo importante para él y no debía avergonzarse.-… Ser un vampiro.

Lugat, lo miró y después alzo su mirada al cielo y de nuevo hubo un momento de silencio, esto a Arón le estresaba, pensaba que en verdad no era un vampiro, pero recordó el aspecto que tenían estos seres, al igual de su extensa vida, quizá se había topado con otros igual que él con carecía de conocimientos y la ilusión por ser un vampiro, todo esto pasaba por su mente, mientras Lugat seguía en trance. De pronto volvió a hablar el vampiro.

-          Valla-. Respiró. – No había conocido a alguien tan entusiasmado en los vampiros.

Arón atónito, sintió como una efervescencia pasaba por todo su cuerpo. Era una desilusión y no quería creerla, pues esperaba tanto de ese sujeto, que hizo morir su sueño, por su ignorancia.

-          ¡Dime!-. Gritó fuertemente Arón, decepcionado. – ¿Eres en verdad un vampiro?

-          Claro- de nuevo respiró. – pertenezco a una secta desde hace 5 años. Acaso eso no me convierte en vampiro.

Era lo último que podía soportar Arón. Se despidió de él y su hermana, dándole gracias a ella porque se había dado cuenta del verdadero sentido que le hallaba al estar interesado por aquellos seres, pues no sólo era una moda pasadera, era un interés que al menos para él tenía importancia era algo que le hacia sentir bien y lo llenaba, quizá jamás sería un vampiro de verdad, pero se sentiría agusto sabiendo que era más que eso.
                                                                        Fin
Un "boceto" de Arón Van(p) Irick, lo dibujé hace unos ocho años.