miércoles, 28 de diciembre de 2011

Te odio.

Esto sólo es un resentimiento hacía alguien y debía ser liberado =)

Te tengo presente aquí, en mi mente. Pareces a veces real, pero en fin sigues siendo sólo pura falsedad y quizá forma de expresar sea burda, pero no mereces más cordialidad. Eres esa puta que ha desgraciado mi vida y que la hizo mal. Y maldeciré una y otra vez. A pesar de no merecer más mi atención. Sólo hoy te lo permitiré aunque seas una mentirosa y una rosa muerta en mi jardín. Esa bella flor, negra que clavó sus espinas en mi piel, envenenó mis venas cuando miró en mis ojos lágrimas cayendo sobre el cojín de mi corazón y muriendo lentamente porque tú, eras perteneciente de él. Ahora lo festejas y disfrutas mi derrota, te odio porque jamás podré perdonarte lo que hiciste, porque me destrozaste el alma y te burlaste de mí, porque no fuiste al menos para ver como me sentí, tú simplemente hiciste tu maldad, por eso te odio, porque de este modo estas siendo expulsada para nunca jamás volver a ser pronunciada.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Diez puntos para odiar a un hombre machista:

1.      Ellos no pelean por ti, sino por su mandado.
2.      Nunca cambian.
3.      Te hacen sentir menos y te amenazan.
4.      No son sensibles o cariñosos.
5.      No escuchan.
6.      Creen que el mundo gira a su alrededor.
7.      Creen tener el poder de ti como un objeto.
8.      Si ellos ven a otra mujer, es su naturaleza.
9.      Si tú mencionas el nombre de un hombre eres una zorra.
10.  Todas las promesas que hacen, ninguna cumplen.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Los pingüinos no saben volar.

A ver pues aquí les va de nuevo mi historia, ahora con unos arreglos, para que sea más entendible. Espero les guste =)

Cierta vez mientras me adentraba a conocer este mundo tan bello, llegué a la Antártida. Un lugar frío y poco común, llena de blanca nieve con matices diferentes alrededor, me he dado cuenta que lo que una vez me dijeron era real. El blanco varía en su tonalidad por todas partes, pero no fueron siquiera para decirme que frío era más intenso de allá de donde yo vengo. Lo bueno es que desde hace tiempo he sido una mujer precavida y mis botas más gruesas las traje conmigo. La verdad es que las había comprado hace poco en aquella islita, sí, esa de nombre Groenlandia, en esa parte también hacía mucho frío pero no se compara nada a donde aquella vez no recuerdo si era primavera o verano, de día o de noche, empecé mi aventura. De lo que si estaba segura es que era Martes, no estoy tampoco segura es como fui a parar ahí, pero era emocionante, ciertamente había estado en lugares espectaculares llenos de verde fauna y yo, como amante a susodicho color me enamoraba de esos bellos paisajes que la naturaleza me daba, siendo desde una selva boscosa, llena de extraños ruidos con ojos mirones por todas partes, hasta encontrarme en esas inmensas montañas que me otorgaban una vista hermosa hacia los bosques enormes llenos de criaturas tan comunes, hacían feliz a mi alma aventurera. He decirles también visité los arrecifes y sí también encontré aquel color tan fascinante acompañado de una gama inmensa y de pequeños peces besando mi cuerpo como si quisiesen comérselo, pero sus cuerpos son tan diminutos pues sólo me provocaban cosquillas. Han de saber que estos viajes los acostumbro a hacer sola, en veces me acompaña el viento quien es mi guía. Las personas que ven mi recorrido, se ofrecen a para lograr todo lo que deseo hacer en mis puntos de exploración.
Algo sorprendente era irónicamente, las personas habitantes de la Antártida eran… como explicarlo…frías. Sólo se dedicaban a cierta actividad que llamaban “investigación”. Encontrándome entonces alguien con otro tipo de horizonte o mejor dicho, otra ocupación. Era una niña de nombre Marisa y pertenecía a las nieves o al menos así era como su madre la llamaba. Esta pequeña criatura, era de aquellas personas las cuales me ayudaban a lograr mis objetivos, pero esta vez no veía algo interesante que hacer en esa inmensa blancura, y ya había pensado en resbalarme por la montaña más alta, pero la niña me dijo eso podría resultar peligroso, ya que, a determinada distancia, la nieve pertenecía a otros países y personas dedicadas también a la investigación, sus proyectos eran tan celosos que cualquier anomalía cerca de sus terrenos podía causar conflictos entre los distintos grupos de investigación. Por primera vez pensé haber encontrado el lugar más monótono y aburrido de todo el planeta. No podía creer, en aquel lugar solo se dedicasen a eso. Bueno creo entre tanta nieve no había algo más entretenido que la “investigación”.
            Pero Marisa, era todavía una niña, su mundo de exploración iba más allá de la aburrida labor de los adultos y su “mundo” no tenía límites. Ella sabía que había partes sin vírgenes, aunque ella utilizaba el término “donde nadie ha pisado, más que yo” ella me llevó a ese lugar, con la condición de prometer no decirle a nadie el lugar exacto de tal localización y a pesar de querer decírselo a alguien me resultaba difícil ubicar con precisión dicho lugar, para mí, todo aquel continente lleno de blancas nubes, era semejante por donde lo viera. Llegamos a su “santuario” ese lugar se encontraba totalmente habitado y no, no era nada virgen. Había por todas partes unas especies del mismo tamaño que la niña y al parecer de la misma simpatía semejante a ella. Tenían un caminar muy peculiar, sus voces parecían ser graznidos. Pero como no iban a hacer onomatopeyas, si se trataba de unos preciosos pingüinos, o almenos ese fue el nombre con el cual me los presento la niña. Eran blancos con negro, su cuello amarillo, que movían de un lado a otro con extrema elasticidad, Marisa me explicó que eso lo hacían como forma de expresar felicidad. En verdad nunca había visto animal tan raro como lo eran los pingüinos, y es que me mareaban con su cuello flexible, sin embargo, la niña encontraba esto natural. También me comentó lo amistoso que eran estos seres y al parecer por la interacción que mantuvo con ellos en mi presencia, parecía decir verdad. A pesar de eso había en ellos algo que no me encajaba en mi largo viaje entre los animales que conocía. Pues cuando me encontraba en la espesa jungla a mitad del día después de una ligera lluvia, las aves del paraíso, esas de plumaje colorido con voces hermosas pasaban sobre mí, volando. No sólo encontré el caso de esas bellísimas criaturas aladas flotando en lo alto de los cielos, ya que encontrándome en el bosque tanto los pequeños chileros, las águilas de gran tamaño sobrevolaban por todas partes. Y qué decir cuando estaba en los arrecifes, los pelícanos llegaban a cazar eso diminutos peces mordelones y juguetones. Todas aves, todas aéreas, pero los pingüinos. Sólo se encontraban en el suelo, caminando tambaleándose de un lado a otro con sus sonidos eran secos y graves, como si la voz les raspara entre esa conexión tan movible.
No podía entender exactamente su naturaleza, a pesar de tener tiempo conviviendo con infinidad de animales de todos tipos, pero no entendía el por qué si se trataba de aves no ser capaces de volar. Miré a la niña un segundo, entonces me decidí a preguntarle si ella, con su edad lograba explicarme la naturaleza de estos animales y esto fue lo que me contestó.
-          ¿Entender su naturaleza? – preguntó con asombro en su hablar. – he de  decirle señorita que son las únicas aves que conozco y para mi, resultan perfectas.
Fue extraño escuchar esa respuesta pues, nunca imaginé que alguien viera tan común algo que para ojos ajenos parece ser diferente y distinto a lo que se está acostumbrado a ver. Luego, ella de su propia voluntad prosiguió.
-          Dígame señorita, como es que son las demás aves de otros lados. –preguntó con duda en sus ojos salientes de esa capa rosada que protegía toda su pequeña cabeza.
-          Bueno, mi querida Marisa de las nieves. – hablé con un tono convincente y seguro. – veras, las aves lejanas a estos lugares suelen ser muy bellas.
-          Muy bellas dice usted, han de ser más rápidas al nadar. – Dijo apresuradamente.
-          En verdad no. – mencioné con un tono parecía un tanto molesto o más bien confuso. – de las aves que yo te hablo, son emplumadas de colores y cantan deleitosas canciones, además vuelan tan alto que parecen inalcanzables.
La niña permaneció un momento seria. De su boca no salió palabra alguna, hasta que con seño fruncido dijo.
-          Usted llama a eso belleza, pero dígame ¿para qué les sirve todos esos colores? Si no saben nadar y no creo que tampoco sean más resistentes al frío y ¿volar alto? No lo entiendo si lo peces se encuentran en lo profundo de las aguas.
O la pequeña criatura de las nieves tenía toda la razón o la baja temperatura no me hacía pensar. Extraña fue mi reacción ante sus palabras, porque me di cuenta que no era el frío el que no me dejaba reflexionar, si no que había descubierto belleza, belleza que ninguna otra parte había encontrado. Pues los pingüinos no necesitaban absolutamente nada de lujos, que se encuentra en las especies de su tipo de las cuales yo me maravillaba. Ellos eran perfectos al menos donde estaban, porque en ningún lugar encajaban mejor que en aquel pedazo de hielo estable. Aquí, como en ninguna otra parte comprendí lo hermoso que es nuestro mundo y la diversificación de animales poseedores de tan grandes habilidades que son propias de ellos y los hace tan especiales.

lunes, 24 de octubre de 2011

¿Pensar en velocidad?

Te detuve porque pensé que debía hacerlo pero no me di cuenta que te marcharías para siempre. Y es que sólo quería abrazarte por última vez, tu pelo enredado, enmarañado, seco, opaco con un impacto tan abstracto al mundo, me incitaba siempre acariciarlo. Siempre tú tan rebelde, diferente de los demás, tan indiferente conmigo. Eso no te hacia fea, simplemente te hacia mi amor. Y no entiendo ¿Por qué ha sido tu enojo ahora? Si sólo pase un rato con mis amigos ¿Por qué me has traído a este parque? ¿Dónde estamos? ¿Cómo es que llegamos? Decides discutir pero miro tus ojos mal pintados, tu boca llena de furia, todo tu cuerpo y digo todo porque hasta los insignificantes vellos de tus brazos me escupen maldiciéndome con los adjetivos más fuertes que encontraron en tanto rencor guardado dentro de ti, ahora callas, callas porque te has dado cuenta que no tiene sentido esta discusión, pero sigues enrollada en tu orgullo y pretendes ganarme, pretendes seducirme con tus paranoias, pero quizá tengas razón, siempre he tratado de ganarte, tal vez si te sigo el juego me empezaras a querer, tal vez. Mi amor eres un genio, (te doy la razón) todo lo que dices es verdad, pero no, no te alejes porque me harás falta ¿te he dicho que te amo? Me gustas, te quiero, te amo. No, no corras, a caso no era lo que tus lindos oídos deseaban escuchar, pero no te dejaré escapar esta vez, porque más dulzura hay para ti… corazón.
Al menos si te vas dejarme abrazarte, de despedida. Pero ¿Qué he hecho? Acercarte a mí ¿Dónde estábamos? Y ¿Esa bala? Sólo quería abrazarte y la muerte te llevo en sus manos. Te ibas alejando pero sabías que esa bala me daría a mí, entonces ¿Si me querías? ¡Me has salvado la vida!
Ahora estabas tan callada, tan fría, una de tus novedades, o más bien una de mis frases sarcásticas. Tu cuerpo estaba rodeado de policías, mis manos llenas de sangre y un asesino fuera de la escena. Yo te llevaré flores, porque al final demostraste que me amabas.

jueves, 25 de agosto de 2011

El encuentro.

-Tengamos sexo.- dijo ella.
Él no sabía que hacer a penas si la conocia o más bien se la había topado en un baño de un restaurant, donde al parecer, tanto ella como él iban solos.
Estaba tembloroso, era una mujer bella ccon tacones negros de aguja y un vestido pegado al cuerpo, su cabello era claro y rizado, llegaba hasta donde empezaban sus costillas. Tenía un olor inigualable así como el de las fresas en una mañana fresca cubiertas de exquisito chocolate blanco. También me hacia recordar las flores y el atardecer. Era tan bello su aroma jamás aquel hombre había sentido o experimentado con tan afrodiciacos olores.
La mujer de los ojos oscuros tomó al hombre de la camisa café clara de cuadros y lo llevó al baño. Lo llevó al w.c y ahí lo encerró junto con ella. Él sentía una exaltación inexplicable, quizá habrá sido porque jamás esperaría que tal suceso llegara pasarle. Pero estaba ahí encerrado con esa extraña mujer llena de líbido en su ser, agitada pero no cansada, radiante pero pasiva a llevar cada cosa lenta y detalladamente. Como si ya lo hubiese planeado desde tiempo atrás.
Bajó un poco su vestido del hombro, para que se asomase la mitad de su pecho, entonces empezó a lamer la llema de sus dedos; el índice y el del medio. Su lengua se movia despacio y sus ojos cantaban una melodía secreta. Con sus dedos húmedos mojó sus labios y poco a poco iban bajando, hasta llegar a su escote. El hombre seguía sorprendido y tembloroso sin saber que hacer quería agarrarla y tomarla y de una vez terminar esa aventura, pero después pensaba en lo fantastico de todo aquello y esperaba nunca terminar. La mujer luego se empezó a coquetiar, aprentando fuertemente su pecho derecho, pues era siniestra. Su sonrisa le decía tanto, sin siquiera gemir. Él quiso participar y tomó la mano de aquella bella musa y la movió a su gusto. Ella le sonrió y dejó que lo hiciese. Con más confianza el caballero mordió su cuello y ella solo se movía como las olas del mar. Entonces tomó su cabello y ella rió. El hombre sentía la energía de la mujer pasando por su piel erizando cada poro de él llenadose de un calor que jamás había experimentado. Le dejó la mano en su pecho y bajo la suya para subirle el vestido. Era un vestido corto y azul marino, resaltaba mucho a pesar de ser un color oscuro. Su mano subiendo por su pierna dorada llegó al punto medio de su cuerpo. Vió una linda lencería azul también, pero esta era clara. con bordes muy detallados que enrrollaban su pierna. De nuevo no supo que hacer, había llegado lejos, ni siquiera pensó si alguien lo habría visto o tal vez escuchado. Perdió la noción del tiempo por unos instantes pero cuando volvió a la escena con aquella mujer la encontró sin vestido. Llevaba por debajo un conjuto de lencería. Poco a poco ella fue deshaciendose de la parte de abajo y él solo miraba. La mirada de la doncella se volvía a veces tímida, pero conducía aquel hombre sus malas mañas. Entonces el hombre, com pudo en aquel lugar pequeño se incó. y metió la mano en lo más profundo de ella. Lo hizo constantemente una y otra vez. Y su lengua también participó. La otra mano aquella que tenía desocupada la usó para tomar uno de los pechos de la mujer, no eran muy grandes pero al menos tenían el tamaño para sentirlos. Entre los dos surgió un placer. Él la elevó para que ella lo enredara con sus piernas firmes por la cintura. Bajó sus jeans y su boxer. Ambos en aquel baño cerraron un pacto. Sintió cómo se adentraba en ella y una luz lo iluminaba, llegó a tocar un sin fin de constelaciones. El tiempo, espacio y hasta la misma mujer desaparecieron. No existió nada, pero era lo más profundo, hermoso que jamás experimento. Los colores se estampaban en sus ojos, los olores se desvanecian y se volvían en una especie de canto a su alrededor todo fue confuso, pero al igual fue increible. No supo cuanto duró ese efecto pero fue lo suficiente para detener aquel hermoso sueño. Se separó de la mujer y tomó un poco de papel para dar por terminado su viaje. Ella se vistió rápido y salió primero que él. Cuando salió del baño el hombre quiso encontrarla, pero sa había perdido entre la gente. Días después el hombre volvió a aquel restaurant, pero jamás la miró de nuevo.

Así son de tontos mis... arg títulos pero a mi me gustó esta historia espero ustedes también.

domingo, 31 de julio de 2011

algo asi como mi futuro

Quizá no paresca del todo interesante, pero apenas es el principio. Bueno sino me creen esperen la siguiente pare y verán n_n

Cuando decidí apagar la computadora, escuché un ruido que provenía del CPU. “es normal” dije, pues la había tenido más de quince horas prendida. Era agotador tener un trabajo como columnista, ya que se trabajaban varias horas frente a un monitor. Es verdad que además de dedicarme a mi trabajo había muchas distracciones, pero también eran necesarias. Había veces –más en domingo– en las que ideas desaparecían y un poco de videos, redes sociales, juegos, ayudaban para seguir con mi trabajo. Ese día había encontrado una página buenísima, se trataba de un rpg, ni siquiera era en línea, ni siquiera se trataba de buenos gráficos, pero de alguna manera resultaba muy adictivo.  Parecía como aquellos juegos de NES sencillos, sin embargo, podrías durar horas jugando. Empezaba con un letrero aluzado que decía “find” sólo eso. Pensé que lo más probable era pulsar alguna tecla o al menos el “enter” me fui por prensar dicha tecla, al fin al cabo habría hecho las dos opciones que supuse. De pronto la pantalla cambio como si se hubiese trabado, pensé que se trataba de algún virus y me enfurecí mucho conmigo misma pues, no sabía si era realmente grave o simplemente era un fallo. Después de un rato la pantalla volvió a su estado normal. Ahora había la opción de seleccionar el sexo del personaje. Claro elegí a la chica. Siempre he tenido la curiosidad de porque a los hombres les da por tomar personajes de mujer, podrán decir que es sexy, a mi punto de vista eso se me hace estúpido ya que solo se trata de un juego. En fin, de igual modo no se distinguían bien entra si era hombre o mujer, lo único que cambiaba era el color de la ropa. De rosa a azul. 

Cuando la historia empezó se trataba de un cuarto oscuro y con un aspecto de tristeza. Quise dejarlo pero, sabía que no había nada mejor que hacer las ideas en mi cabeza para proseguir mi columna de la semana estaban totalmente perdidas. Pulse de nuevo “enter” entonces apareció una luz pequeña, tenía el aspecto de una computadora me acerqué a ella pulsando las flechas del teclado. Al llegar a tal punto debajo apareció un cartelón diciendo “you must find” pensé que de eso se trataba. Obviamente si así se llama el juego. Luego trate de salir del cuarto, parecía que del lado contrario a lo que supuse era una computadora. Al entrar a otro escenario seguían siendo oscuros pero al menos en los siguientes se podían apreciar algunas cosas. Cajas, muebles, paredes y algo que me pareció raro fue un teléfono en el suelo. Era un departamento, sencillo un cuarto cual podría tratarse de un estudio. Una recamara, sin cama. Un baño y sala estaba repleta de cajas. Me sorprendió como alguien haría dicho juego, pues se trataba de un role-playing game y el escenario se trataba de un apartamento. Fue mi más sorpresa cuando los primeros enemigos aparecieron se trataba de cucarachas, o al menos eso asemejaban. Mis armas de combate eran un zapato y un matamoscas. Creí una especie de broma aquel juego, de alguien con mucho menos vida que yo y encontrarse totalmente aburrido, pudo haberlo creado. de alguna manera lo encontré gracioso y me empezó a gustar, si, con aquella simpleza, donde tu zapato inicial se volvía una bota rockera conforme obtenías experiencia.

Cada vez que avanzaba y registraba cada caja y los tres miserables cuartos de aquella casa podía avanzar un poco hacia el exterior. Pero era necesario revisar una y otra vez los cuartos. Recorrías los cuartos y salías para poder subir de nivel, encontrarte con personas quienes te retaban, pájaros en el pasto con su ataque especial de tirar sus eses desde el aire, perros mordelones entre muchos otros animales y personajes comunes. Y de nuevo regresar a la casa para encontrar objetos para proseguir el juego. Se volvió interesante dentro… el tiempo que lo jugué. No recuerdo cuanto fue el tiempo que perdí apegada al monitor repitiendo una y otra vez la misma acción, simplemente para saber hasta dónde podía llegar. Pensé llegar muy lejos, había ido al parque, al mercado, una escuela, una papelería; creerían los enemigos de tal negocio. También llegue a una gasolinera, un restaurante, una farmacia, algunos otros departamentos y por último fue la iglesia. Supuse que podría ser la colonia de quien había creado el juego. Abrí otra ventana en mi navegador solo por curiosidad. “Será muy difícil”, pensé. Mejor me decidí a ver la hora, pasaba de las cuatro de la mañana y no lo había sentido de esa manera. Ni siquiera había abierto mi documento para trabajar, hasta pensé en cambiarlo y hablar sobre el juego que se había apoderado de todo mi día....

martes, 26 de julio de 2011

El hada que quería ser rosa.

Hace mucho tiempo en un jardín lleno de rosas rojas y frondosas, vivían pequeñas hadas que danzaban alrededor de ellas todo el tiempo. Dolikan, un hada chiquita, con alas rosadas y una cara muy redondita, amaba las flores. La olía apreciaba, acariciaba, sentía. Para Dolikan era una satisfacción convivir con las rosas.

Por la noche mientras su madre Luna menguaba, Dolikan le pidió que la convirtiera en una rosa.

-          Hija mía.- dijo la Luna.- Para qué quieres ser una rosa.

-          Ellas son bellas.- replicó la pequeña hada.- Sus colores son tan fuertes y brillantes y su textura, no tiene comparación alguna.

-          Mi pequeña Doli.- Prosiguió la Luna, con un rostro de ternura como solo una madre puede tener y una voz tan tersa como arrullando.- Mírate, tú también eres bella y no podrás compararte con una rosa pues su belleza no es eterna, mientras tú, tú serás hermosa para siempre.

Hubo un momento de silencio, Dolikan miraba hacia el piso, pero al fin con un nudo en la garganta pudo soltar palabra.

-          Madre, concédeme este favor que es lo único que te pido. Quiero sentirme especial, como ellas.

La luna la vio de nuevo y le regalo una sonrisa. Le pidió que se fuese y mañana tomaría su decisión. Por alguna razón Dolikan se sintió satisfecha y feliz.

Al día siguiente Dolikan era una hermosa flor roja. Frondosa con sus grandes pétalos bañada por la brisa del amanecer. Sus hermanas hadas se acercaban a dejar su esencia en las aquellas flores del jardín donde era su hogar y danzaban todos los días con su gracia de criaturas mágicas. Doli al verlas, pronto quiso darse a conocer su hermosura como rosa.

-          Hermanas, hermanas-. Dijo una y otra vez. – miren mi belleza.

-          Pero ¿quién eres?-. Mencionó una al no reconocerla como flor.

-          Que tonta eres Mimí-. Reía mientras contestaba. – soy yo, Doli, Dolikan.

-          Pero Doli que te has hecho, porque eres ahora una rosa.

-          Porque envidiaba su hermosura.

La otra hada no entendía bien lo que su compañera, quien ahora era una delicada flor. Las demás hadas tampoco, entonces todas rieron, creían había sido un deseo muy tonto. Bailaban a su alrededor la rociando su perfume, pero siempre con algún comentario que incomodaba a Dolikan. “que tonta eres Doli” decían unas “Belleza de pocas semanas” susurraban otras, y tenían razón, pues vendrían los humanos y se la llevarían lejos de ahí, tal vez llegaría un ladrón y se la daría a su amada. O lo más probable es que la vendieran entre otras más sin notar su belleza. Y fue así como sucedió. Dolikan fue llevada con otras rosas más a una florería y a pesar de los sentimientos encontrados que tuvieron sus hermanas, no podían hacer nada para que no se la llevasen. Sin embargo el hada que ya era rosa aún se sentía bella y pensaba sobresalir entre las demás flores, era  en parte verdad, su madre luna la había dotado con unos enormes pétalos bastante rojos y bien definidos. Como ninguna otra rosa haya existido. Pero de nada le serviría tantos dones pues fue vendida pronto llegó al pueblo. Al ser entregada olvidaron de ella y al transcurso de los días se olvidaron completamente de ella. Dolikan, tarde había arrepentida, empezó a llorar y sus lágrimas caían por su tallo formándose pequeñas bolas puntiagudas alrededor del tallo. Y desde ese entonces las rosas tuvieron espinas, para que su hermosura no fuera arrancada tan fácilmente y perdurará más tiempo frondosas, rojas y bellas.


Esta historia la escribí hace mucho y como las anteriores espero esta les guste de no ser asi pues diganlo duh! n_n

miércoles, 13 de julio de 2011

triste historia

Aquí termino la historia de ayer n_n

En la mano un cuchillo tomó, antes de salir y al parque se dirigió, pero la ciudad era enorme, ¿Cómo encontrar aquel hombre siniestro? Pero de pronto recordó la última vez que lo vio,  “cómo olvidar su perfume, su mirada, su rostro… su ausencia. Cómo olvidar” conversaba con las flores mientras permanecía en el parque. La gente del pueblo la miraba, se desplazaba sobre las flores como si volara y la vida fueran nubes como si no hubiese preocupación alguna. Y cortando flor en flor les decía

-          Quiero disimular, saben queridas amigas, no deseo que nadie mi sufrimiento-.

De pronto su mirada dejo hacia otro lado se enfocó, “es él” a una margarita le susurró.

-          El hombre que te rompió el corazón-. Contestó la pequeña flor.

-          Si, debe ser él, él es-. Con mucho afán ella lo afirmó.

Y dejando a su amiga de pétalos amarillos se encamino a dónde provenía la voz.

-          Me recuerdas amor-. Le dijo, sin poder creer que de nuevo lo volvía a ver.

Pero que mal estaba ella, la muñeca un buen trabajo había logrado y un inocente pagaría el sufrimiento amoroso que Mary sufrió.

-          ¿Quién eres tú?-. replicó la pobre víctima.

Ella, no entendió bien lo que había escuchado tal vez bromeaba, ¿pero cómo pudo haberla olvidado? En un segundo toda su tristeza, duda, sueños  y alegrías se desvanecieron. Y una rabia por dentro apareció.

-          Muñeca tonta-. Mary susurró. – Tenías razón, ella tenía razón, tú me has olvidado. No lo niegues-. Gritó, con un mar de lágrimas rodando por su rostro. Sosteniendo el cuchillo cada vez más fuerte.

-          Me confunde señorita, tranquilícese, por favor.

Pero había sido demasiado tarde para aquel señor, Mary dos puñaladas le dio directo al corazón y la sangre su vestido ensució. Era tarde para arrepentirse, para entrar en razón y saber que no él su amante. Miro sus manos, estaban rojas. Se tiró al suelo llorando y mirando al cielo.

-          Alguien que me ayude-. Gritaba mientras lloraba desesperada. – alguien lastimó a este buen hombre-. Lo veía con ternura, hasta lo tomó del suelo abrazándolo. – no, no fui yo, lo juro, yo… yo solo salí a buscar el amor, yo solo salí a buscar el amor.

Una y otra vez Mary repetía lo mismo. La multitud no podía creer lo que ahí sucedía una mujer desdichada de pronto era una asesina sin causa.

            Pudo haber tenido causas (tal vez) si hubiera sido el hombre correcto, pero su locura cegó su realidad. Ya nada había por hacer, ¿regresar a casa? No era una opción, quizá, quizá si ella podría estar con su amado “si, podré estar con él” se dijo mientras corría al puerto dejando al muerto en una de las calles de la ciudad. Escuchaba al suelo decir “el caballero que tu buscas en las olas del mar lo has de encontrar” y la sonrisa en su rostro se formó. Estando en la orilla de un puerto, las gaviotas sobre ella volaban. El alba llegaba a su final, la brisa rosaba su rostro que poco a poco se transformaba en la bella e inocente jovencita, de vestido blanco que se despidió de su amado tiempo atrás. La ciudad oscura por la muerte de un hombre, se volvía de colores para Mary estando frente al mar. El bullicio de desvanecía, solo se escuchaba el vaivén de las aguas. Ella se recogió el cabello; tenía unos geranios en su oreja, sonrió y una concha le habló.

-          Sabes lo que sigue ahora-. Dijo la concha.

Mary esa tardé al mar se entregó. Quizá fue lo mejor, porque el hombre que Mary esperaba en el fondo del mar también se encontraba. Y ahora juntos los dos por siempre en el mar sus almas descansan.

martes, 12 de julio de 2011

la locura de Mary

Bueno no tiene nada que ver con las 24 historias que tengo pensado hacer pero bueno es una pseudohistoria =) espero les guste
¿Era en verdad entonces eso lo que quería? Estaba tan sola en el cuarto, esperando su regreso. Pensaba, sí, eso es lo que hacía. No notaba que la negra noche se encontraba ya presente entre los arbustos, sorprendiendo con aquella luz de la luna y los amantes olvidaban sus votos y planeaban la aventura. “¡qué importa si los demás se engañan! Yo nunca lo haré” se decía mirándose al espejo, cargando en la mano izquierda una linda criatura de porcelana. El tiempo junto con las lágrimas pintaban sus mejillas con líneas negras. Su vestido largo y esponjoso como la flor de primavera, pero tan triste y polvoso como los otoños, pues ya habían pasado tantos de estos “pero sé que volverá… él me lo prometió” ¿Cuánto más podrá esperar? El tiempo era relativo y su amor había enloquecido o quizá pudo haber fallecido, pero a ella eso no le importó. Tenía la esperanza y se alejó tanto de la realidad para envolverse en su propio sueño; una locura fatal. En aquel cuarto bailaba siempre y a sus amigas de porcelana una taza de té siempre le ofrecía por las tardes “les digo él volverá… sé que mi amor volverá” se decía cada vez que levantaba la cabeza de sus anfitrionas del suelo.

-          ¿Cuánto más esperaras?-. Le dijo una muñeca en su alucine por castidad.

-          Lo que sea necesario-. Contestó bailando con el brazo de otra compañera. – el me lo prometió-. Agacho la cabeza triste, porque empezó a dudar. – ¿lo hará?

La muñeca que estaba en su estante con las  demás incompletas se rió y con una voz burlona le dijo:

-          Sal afuera mi Lady, búscalo, veras que de ti ya se olvidó.

-          Estás loca muñeca, sientes celos porque jamás has amado.

Soltó el brazo de que traía en la mano y de un solo golpe se sentó frente su peinador y a aventó todo lo que había al suelo. Su locura estaba llegando al final. De nuevo se dirigió a la muñeca.

-          Mi niñita de porcelana, el me ama y volverá-. Tocando una foto de él.

-          Haz lo que quieras mi bella dama -. Moviendo la cabeza de un lado al otro y con su vocecilla de lastima hacia su amiga. – pero yo siendo confidente tuya te diré que lo he visto con otra más, el día que me dejaste en la ventana.

Entonces quiso entrar en razón pudiera ser que aquella criatura de porcelana dijera la verdad. ¡No! No quería ser engañada, había dejado tanto por aquel hombre para darse cuenta de que fue inútil. “¿Y qué? Si los otros lo han hecho ya” pensó.

-          Yo amaba a ese hombre más que a mi propia vida-. Luego volvió a ver a la muñeca.- tu tonta, mujer de porcelana has envenenado mi alma por desconfiar en mi amado-. Entonces se dirigió hacia la muñeca agarrándola del cuello.

-          Él te ha dejado entiéndelo.- decía la muñeca con el poco aliento que le quedaba, riendo de la tragedia de su ama.
Y fue cuando su locura llegó al límite, las paredes no parecían ser las mismas pues se movían de un lado a otro y los escuchaba hablar. Mary asustada sale corriendo del cuarto, pero las cosas aún seguían mareantes y confusas. Al fin salió totalmente de su casa, donde la situación parecía más estable. Miró para todos lados y una furia lleno su corazón, la muñeca la convenció del mal que le habían hecho: ella se quería vengar.

lunes, 4 de julio de 2011

Aron Van Irick, parte final.

Buena onda, ya lo he terminado X) ujujujuuju espero les guste.

El fin de semana pasó rápido para Arón, pues estaba ansioso por conocer al vampiro quien según su hermana era real. Quizá si lo conociese, estaría más seguro de lo que deseaba. Pensaba, tal vez, lo podría convertir a él también en vampiro y después venía a él otro pensamiento pues si eso pasase que haría luego, pues habría cumplido su sueño. Constantemente sonreía y se decía “¿seré un vampiro?” pero como todas las cosas bellas existía el miedo de que no ocurriera, entonces se decepcionaba cuando creía que era algo falso. Arón pensaba una y otra vez en el encuentro.

Al fin llegó el día, es curioso, porque jamás pensó en que perdería clases por su sueño. Cuando llegaron al salón de Neodimia, rápidamente pudo localizar a quien se supone era el vampiro ya que su vestimenta era totalmente parecida además su aspecto pálido y su vista desorientada lo confirmaba todo. Neodimia lo dirigió hacia él y los presentó a ambos.

-          Arón, él es Lugat, mi compañero de intercambio-.

Luego hubo un silencio pereciera que Lugat no hablase, entonces Neodimia se alejó dejando a su hermano y al vampiro solos. Entonces Lugat habló.

-          Así que te interesan los vampiros-. Dijo con una voz sencilla y nada parecida a la que Arón esperaba.

-          Si-. Dijo con decisión y una mirada entusiasmada. –Tengo desde los siete años leyendo sobre vampiros y murciélagos, la verdad me interesan mucho y deseo algún día…-. Se detuvo un tiempo y bajo la cabeza, pero recordó que era algo importante para él y no debía avergonzarse.-… Ser un vampiro.

Lugat, lo miró y después alzo su mirada al cielo y de nuevo hubo un momento de silencio, esto a Arón le estresaba, pensaba que en verdad no era un vampiro, pero recordó el aspecto que tenían estos seres, al igual de su extensa vida, quizá se había topado con otros igual que él con carecía de conocimientos y la ilusión por ser un vampiro, todo esto pasaba por su mente, mientras Lugat seguía en trance. De pronto volvió a hablar el vampiro.

-          Valla-. Respiró. – No había conocido a alguien tan entusiasmado en los vampiros.

Arón atónito, sintió como una efervescencia pasaba por todo su cuerpo. Era una desilusión y no quería creerla, pues esperaba tanto de ese sujeto, que hizo morir su sueño, por su ignorancia.

-          ¡Dime!-. Gritó fuertemente Arón, decepcionado. – ¿Eres en verdad un vampiro?

-          Claro- de nuevo respiró. – pertenezco a una secta desde hace 5 años. Acaso eso no me convierte en vampiro.

Era lo último que podía soportar Arón. Se despidió de él y su hermana, dándole gracias a ella porque se había dado cuenta del verdadero sentido que le hallaba al estar interesado por aquellos seres, pues no sólo era una moda pasadera, era un interés que al menos para él tenía importancia era algo que le hacia sentir bien y lo llenaba, quizá jamás sería un vampiro de verdad, pero se sentiría agusto sabiendo que era más que eso.
                                                                        Fin
Un "boceto" de Arón Van(p) Irick, lo dibujé hace unos ocho años.

miércoles, 29 de junio de 2011

continuación...


La verdad no deseo hacer estas historias largas a lo mucho que sean de dos “hojitas” en fin, esta vez trataré de ser más cuidadosa en mi ortografía ¬ ¬ bueno comenzaré.
Parte II
Cuando Aron llegó a su casa vio a su hermana Neodimia corriendo hacia el bruscamente.        
      -       Aron, no creerás lo que hoy me paso.- escupiendo toda la cara de su pequeño hermano con su paladar que le impedía hablar sin evitar tal inconveniente.           
Aron con decepcionado por la decisión que hacía poco había tomado, le pregunto: 
-          ¿Qué ha pasado querida hermana?-  con un tono sarcástico y de tristeza a la vez.
Ella teniendo el mismo interés que su hermano por los vampiros, prosiguió.
-          He conocido un vampiro de verdad. Puede tocar sus colmillos y eran reales.
Desconcertado Aron de no saber si sentir alegría o curiosidad o tal vez notarse indiferente. Entonces lo dejó a la suerte y su boca desconcertada y temblorosa dijo:
-          Quiero conocerlo.
Tanto él como su hermana no esperaban dicha contestación. Hubo un momento de silencio. Neodimia a pesar de notar algo extraño en Aron prefirió guardar sus comentarios y concederle el deseo que le había pedido, después de todo eran hermanos y ambos adoraban las mismas cosas. Tanto él como ella eran extravagantes, pues Neodimia era una joven blanca (aún más con su maquillaje de dos tonalidades más claras) alta y a pesar de ello usaba botas, un tanto estilo a las de su hermano, pues odiaba aquellas botas con “punta de aguja” en su armario se podían encontrar muchos lindos corsé, pues ella tenía una buena figura y estos ornaban muy bien con su cuerpo, en veces los combinaba con faldas que parecían trapos largos de colores pasteles u oscuros, dependiendo la ocasión, otras veces solo usaba unos vaqueros y sus lindos corsé. Y cuando regresaba a casa se los quitaba para ponerse ropa holgada y disfrutar la tarde aún más porque era viernes, sin embargo, no podía olvidar lo que le había ocurrido y olvido cambiarse para estar “presentable al momento de informarle a su hermano.” Y después de un lapso, ella volvió a hablar.
-          Está bien, entonces ve el lunes conmigo a la escuela ahí lo conocerás.
Bueno creo que serán tres “hojas” espero y les guste, de igual modo seguiré escribiendo.=b

viernes, 24 de junio de 2011

1,2,3 por la JAMBRIN que llevo en mi corazón.

Uh visitando de nuevo este lugar X) bueno, alguien recuerda las "Jambrin" ja evidentemente no! porque es algo que yo cree hace.... mucho tiempo y saben ellas fueron quienes me impulsaron a escribir por ellas y por otras cosas tengo blog. Entonces decidí tomarlas de nuevo en cuenta y escribir de nuevo de ellas. He aquí la primera historia de las "Jambrin" asi que de ahora en adelante escribiré ... 24 historias de "mi inspiración" espero y les guste.
pd. aclaro que estas historias las tengo desde hace mucho, no quise ser ninguna copia de moda.

Aron Van Irick.
Era viernes Aron disfrutaba ese día como cualquier otro. Se olvidaba de la estresante gente de la escuela y podía disfrutar un rato la tarde con su amigo Tantalio, leyendo en la biblioteca. Amaban los viernes, pues las lecciones terminaban y ahora tenían tiempo para aprender de las cosas que en verdad les importaba. La mitología era una de ellas, creían en mundos mágicos y seres fantásticos a tal grado que Aron se decia ser un vampiro de verdad
           - Sabes Tantalio.- tomo un poco de aire con una voz chillona, que era peculiar suyo.- siempre supe que era un vampiro.
Tantalio, a pesar de tener su cabello enfrente de sus ojos, miraba fijamente a Aron y simplemente hizo una mueca como para contestar. Aron con su aspecto "macabro" su gabardina de todos los días y sus botas de piel, solo se río. Aron era un chico diferente, verdaderamente diferente un fleco que tapaba uno de sus ojos su cabello teñido de negro(cuando no era necesario pues antes era castaño oscuro), lentes circulares que parecían de un chico listo y claro no debían faltar sus colmillos postisos para dar el toque exacto de "maldad."
De nuevo se puso en su lectura y observando como los vampiros mordían a las personas, de nuevo se dirigió a Tantalio.
        - A pesar de ser un vampiro.- se detuvo.- no me gusta el hecho de morder gente, creo que una costumbre muy vieja hay que evolucionar ¿no lo crees?.
Tantalio, de nuevo solo hizo una mueca, pues a pesar de su poca participación oral, Aron sabía lo que su amigo decía con cada mueca.
Después de leer historias determinado tiempo, cada uno tomo se dirigió a su casa. Esas tarde, Aron tuvo una sensación que jamás había sentido, pensó que su afición vampírica, quizá era bastante ridícula. Pues no encontraba una razón para ser vampiro; a nadie le interesaba. Tomó sus colmillos y los mantuvo un tiempo en las manos, recordó la vez que su afición había nacido. Recordaba como había llegado ilusionado en conocer su pueblo natal a pesar de ser rocas y polvo, con unas cuantas casas de familiares y amigo de toda la vida de sus padres. Era lógico que todos se conociesen. Aquel pueblo llamado "Nosferatu" por la gran cantidad de murcielagos en sa región y por ser un nombre que se les daba también a los vampiros. recordaba como las noches en Nosferatu eran como las mañanas en cualquier lugar, el sonido de los murcielagos era bello para él. ese chillido, que emitian eran señales ondas verdaderamente bajas y que podían rebotar en un rango verdaderamente amplio, era facinante para él. Pensaba tanto en los murcielagos como en pensar ser un astronauta cuando fuese grande. Era un niño y para un niño todo es maravilloso y todo, absolutamente todo se puede lograr. porque los sueños son la llave a grandes logros, porque si sentias que podías realizar algo sería posible y que fastastico sería ser igual que los murcielagos con todas esas habilidades. Ahí, nacio su afición de niño, pero regresó y vió sus colmillos, eran postisios, falsos. Solo algo que el creían podría ser cierto algún día, pero ya había crecido, se daba cuenta que no siempre todo es posible o al menos su deseo de ser vampiro. Entonces guardó los colmillos en su mochila y se dirigio a su casa con una mirada demaciado triste; estaba renunciado a su sueño....


Hasta aquí le dejo porque es hora de retirarme luego le sigo espero les guste

jueves, 12 de mayo de 2011

Un día....

Un día pensé que ya no volverías, sin embargo estuviste conmigo siempre que te espere.
Un día descubrí lo que era la soledad, sin embargo me acompañaste para que no me estancara ahí.
Un día llore por una decepción, sin embargo tú te reías, pues decías que todo era pasadero.
Un día soñé que morías, sin embargo te encontrabas jugando conmigo como nunca lo habíamos hecho.
Un día quise que desapareciera todo lo malo de mi vida, sin embargo tú y solo tú me cobijaste con ternura para que el miedo no me tocara.
Ningún día te pedí que estuvieras conmigo, sin embargo te apareces cuando más te necesito, cuando sabes que algo pasa en mí, siempre en las buenas estas aquí.
Si un día pidiera que te fueras de aquí, que me consolarías, por el gran error que cometí.

miércoles, 11 de mayo de 2011

El día en que decidí caminar.

Salí de mi casa y como días atrás el camión se me había pasado cuando estaba a punto de llegar a la parada de camiones.  No quería esperar más, estaba cansada de siempre pensar que lo alcanzaría y subiría en él como antes lo hacía pero aquel día me harte y me decidí a caminar, quizá mi destino quedase lejos pero al menos no tendría que esperar más a ese estúpido camión que me dejaba ahí esperando.
Mientras caminaba, las cosas que parecían interesantes en el camión en verdad lo eran y tenía el tiempo del mundo para tocarlas, de pronto no me importo llegar a algún lugar si no apreciar esas maravillas que parecían pasaderos y cotidianos, porque ahora podía tocar, sentir, oler, era verdaderamente sorprendente. Platique también con una señora verdaderamente agradable que no usaba los camiones, decía que ella ya era muy vieja para subirse a esas cosas y que no muchos choferes la subían… por ser vieja.
De pronto pensé de nuevo en el camión, cuando de repente enfrente de mí se para un camionero y me dice:
-          ¿Por qué caminas mujer?, sube a mi transporte – me dijo confiado – te llevara a tu destino. – esas eran sus palabras.
-          No señor conductor, yo no subiré más a los camiones – dije orgullosa de mi misma.
-          ¿Acaso bromeas?, no sabes lo cómodo que es ir en este tipo de transportes, cada experiencia que puedes vivir si te subes, conocerás muchas partes.
-          Señor, me he subido en muchos camiones y siempre me prometen llegar a mi destino, pero duran mucho, algunos choferes a pesar de que soy cliente frecuente me miran de mala gana y otros solo me miran mientras bajo – replico yo con un sobresalto.
-          Oh no, no vaya a usted a confundirme con esos desgraciados que no saben atender a una dama como usted, créame yo soy diferente – lo dice con un tono muy convincente
 “Pero varios choferes usan esa técnica para ganar clientes”, pienso. Un silencio interviene entre nuestra plática, él cree que me ha convencido, yo solo espero que crea que he caído para desilusionarlo.
-          Mi linda mujer que dice ¿acepta mi oferta?, le prometo que no se arrepentirá.
-          No señor, se lo digo de nuevo, toda mi vida he dependido de los camiones y no digo que fue una terrible experiencia, conocí muchas partes, no se lo negare, pero nunca las disfrute, todo lo que hacía era verlas como a las estrellas, a la distancia, pero nunca me di la oportunidad de darme cuenta que no estaban tan lejos y que podían ser parte de mi vida y no de mi rutina, es por eso señor conductor que deseo caminar esta vez y  olvidar por un tiempo los camiones.
El señor conductor no supo que decir y se fue, más adelante unas chicas subieron a su transporte “público” y yo caminé para disfrutar la vida.

Fin

algo de hace mucho

Ella sentada en aquel culumpio
bajo la lluvia, ¿Quien se atrevido
a romperle el corazón?
He esperado tanto este momento
pues has sido mi inspiración
desde el primer día ke te vi
y algo dentro ha surgido
mas que un sentimiento
una razón para vivir.
¡Oh mi anémona de otoño!
Vuelve me a encantar con tu voz
y darme vida con esa sonrisa
que solo tu puedes demostrar.
Si el destino hoy te hizo llorar
quiero decirte que no has muerto aun,
aunque las lágrimas rueden de tus ojos
yo deseo secarlos con todo
y lo único que tengo para ti
mi amor.............