Cerró
rápidamente la puerta de su cuarto, con el corazón agitado y sin voltear al
interior del lugar. Se sentó en aquella cama sucia y llena de cobijas, tratando
de calmarse un poco. Llevaba ya días en aquel hotel con esplendida vista a la
ciudad, había elegido esa habitación por encontrarse en la planta más alta y
así observar los destellos nocturnos al regresar, pero esa noche no fue su
prioridad. Sentía aun sus manos temblar, el aire de sus pulmones salía con
aceleración y comenzaba sentir el cansancio en sus piernas. Estaba recobrando
la estabilidad de sí misma.
Cayó de un golpe sin pensar en nada,
las gotas de sudor se secaban en su rostro y una ligera brisa comenzó a caer
afuera. El silencio parecía invadir la atmosfera, pero había algo que le seguía
perturbando, era un minúsculo ruido de pisadas. Pensó, podrían ser sus nervios
aun inestables, pero cada vez incrementaba la intensidad del caminar. De nuevo
comenzó a tener pavor al escuchar aquellas pisadas. Era un caminar lento y
pesado y poco a poco iba siendo más próximo a la puerta de su cuarto.
Se levantó rápido del colchón. Temía,
y temía tanto que no sabía qué hacer, sólo trataba de tener alguna
insignificante ventaja. Corrió en su pequeño cuarto buscando algún elemento con
qué defenderse. Los pasos dejaron de oírse, ella se acercó a la puerta para
asegurarse que todo había sido parte de su imaginación.
El silencio apareció otra vez, pero de
lado contrario al interior del cuarto, alguien lo interrumpió tocando la portezuela
de madera. Ella dio un gran paso atrás, tapó su rostro e intentó calmarse, pero
de nuevo tocaron la puerta ahora con mayor vigor y hubo una tercera llamada aun
más fuerte.
http://www.youtube.com/watch?v=ObO9rVFfSoY
, Chihuahua
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