Durante mucho tiempo la
controversia entre pueblo/poder se ha dado, en cualquier parte del mundo sea
cual sea su forma de gobierno. Tan grande y constante ha sido tal lucha, que
varios escritores se han dado a la tarea de las posibles resoluciones a lo que
ello pudiese llegar. Uno de los supuestos finales que se le proporciona a dicha
guerra es a favor del poder, donde la sociedad está sometida y esclavizada por
diferentes métodos, trayendo consigo que las personas sean ignorantes y
conformistas regularmente se muestra un sometimiento a la parte sensorial de
los individuos tal como se muestra en la película “Equilibrium” donde se les
está prohibida la música al igual que cualquier otro objeto que pudiese
despertar curiosidad, interés o alegría en las personas, se muestra pues una
sociedad donde los sentimientos son omitidos y puestos en un término muy
alejados de la realidad. Por otra parte vemos en un libro tan reconocido como
lo es Brave new world (un mundo feliz)
de Aldous Huxley donde encontramos se muestra una similitud entre ambas
historias, sin embargo en dicho libro las clases sociales están separadas por
niveles sumamente marcados y a las clases bajas desde edad temprana se les
somete a su posición creándoles temor, hastío y repulsión por las cosas a las
que nosotros, regularmente, consideramos agradables, por ejemplo, la belleza
natural, los juguetes, etc. Se muestra al además, cómo cualquier problema que
se llegase a tener, es resuelto con una droga llamada soma, que no nos
meteremos de dónde proviene ya que es sólo necesario mencionarla para poder
seguir este trabajo. Si bien aquí se muestra que las emociones no se pueden
lograr de una manera propia sino deben de estar ligadas a un compuesto exterior
de sí mismos. Pero ¿acaso se ha perdido la finalidad de cómo el poder político
se torna triunfante ante la sociedad? En las obras ya mencionadas vemos en
primera que la eliminación de cualquier objeto pudiese despertar la imaginación,
claro está que para ello había un equipo especializado para que dichos objetos
fuesen eliminados y por ende tal elemento así como quienes estaban a cargo son
el poder que somete al pueblo. En la segunda obra, la clase alta no son
expuestos a tratos donde se les priva de apreciar por sí mismos la belleza,
aquí entonces encontramos que en ambas obras hay un poder casi omnipresente que
se hace cargo de los estados de ánimo de la sociedad. Así del mismo modo y de
una manera realmente omnipresente es en 1984
de George Orwell donde la sociedad que nos describe está bajo la vigilancia 24/7
del “gran hermano”, cuidando uno a uno cada movimiento procurando que vivan de
acuerdo a sus reglas. Así vemos cómo
generaciones pasadas, creían sería nuestro ahora presente. Aunque hay que
mencionar que la película “Equilibrium”, que se estrenó en el 2002, está de
algún modo basada en las dos novelas antes mencionadas. Suponían que, seríamos
dominados por un gran poder lejano a
nuestra capacidad para enfrentarlo, es verdad que como en la actualidad se ven
personas que tratan de cambiar este panorama y llegar al menos a un equilibrio
entre poder y pueblo, sin embargo la realidad no es cruda, ni malvada para el
pueblo que está siendo abusado por los poderes de arriba, no es tampoco el
poder quien es asechado por revolucionaros en busca de la utopía, aquí quienes
se muestran perjudicados mayormente son esas personas que nos dividen entre el
poder y la demás sociedad.
Como se mencionó
desde un principio, aquellos que luchan por un cambio en la sociedad han estado
presentes, pero ¿por qué no se logra su objetivo? ¿Es que quizá hemos llegado
al punto que describen las novelas antes citadas y sin darnos cuenta? La verdad
es diferente, si estas personas no han logrado sus objetivos son por dos
razones; la primera es que a quien desea acabar está totalmente solidificado y
que difícilmente se puede quebrantar; la segunda es que por más que traten e
intenten se verán siempre como una masa que luchó por el bien de todos, o sea
revolucionarios en cantidad más no en calidad. Y sí he aquí donde empiezo a
mencionar cuál es el arma más poderosa que tiene el poder, no, no son cámaras
vigilándonos paso a paso, tampoco son estímulos negativos que se nos dan desde
pequeños o mucho menos se nos priva de objetos que pueden despertar nuestro
espíritu creativo, es todo lo contrario nos han dado el libre albedrío. Sí, así
es, se nos ha dejado en nuestras manos el futuro y sí, también peor que el que
nos tenían como premonición nuestros antepasados (aunque sean casi medio siglo
de antigüedad) y ahora nos encontramos en un “stand by” permanente donde el
ocio y el conformismo nos invaden, también hay que mencionar que este es, más
que nada el peor enemigo de quienes buscan la igualdad y es que aunque ellos
derrotasen al poder político habría personas que no serían capaces de reconocer
el triunfo y ni siquiera estarían preparados para mandarse a sí mismos.
Prefieren vivir en las espera de las olas que los lleven a su destino sin tener
la menor preocupación por de su misma alma o espíritu, haciéndonos creer que
tales cosas no son necesarias de alimentar o llenándolas de supersticiones y
falsa fe. Claro está como mencioné he estado mencionando hemos llegado a tal
grado por nuestra propia cuenta y no por ello diré que el gobierno tiene la
culpa, es claro que ellos nos otorgan los recursos y nosotros debemos hacernos
cargo de cómo utilizarlos, pero hemos preferido el conformismo sin que nos
presionen y vivir con dichos recursos que se nos da. No, no lo podemos comparar
con lo que sucede en 1984 donde de
igual modo las personas vivían con los recursos otorgados y a veces se les
limitaba, pero el sistema de producción no importaba mucho, ya que cualquiera
que hiciese un trabajo era digno de tener alimentos, cosa que en la vida real,
los puestos de trabajo importan, además conforme sea la ocupación de cada
persona sus expectativas de superarse se elevan. Tampoco quiero hablar de la
consumación del capitalismo, sino más bien el mensaje que he querido dar en
este trabajo es echar un vistazo a lo
hemos creado de nuestra sociedad y no culpar en sí al gobierno como si
fuese el tirano de nuestra existencia y dejemos de pelear y maldecirlo sino que
por nuestros propios méritos creemos un mundo mejor sin importar si alguien lo
intenta hacer por nosotros, porque la realidad es que aquí, en esta modernidad
no hay que creer en un futuro prometedor lleno de felicidad donde la igualdad
llegará algún día, es mejor pensar ante un presente porque para deshacer una
tradición fincada en piedra dura es difícil cambiar su rumbo y sólo nos queda
hacer por nosotros mismos algo distinto al ocio y conformismo, llenándonos de
cosas nueva y esmerándonos fuertemente con una mentalidad de cambio para
nuestro bienestar
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