En las olas de las sombras
Por las calles donde dices ir solo,
Ahí me hablas de mis fallos,
De los cometidos y mis culpas.
Divagas con mis fantasmas
El mal uso que hago ahora de
Mi presencia.
Exiges mi tiempo en tus
Momentos de cólera y riñes
Contra mí cuando ya no hayas
Escapatoria.
Yo, inánime en tu presente
Te digo: la inconstancia
Tuya en mi pasado
Y ese delirio absurdo
De prevalecer siempre
En mi lecho, aun cuando
Te ausentabas sin mirar mi rostro
De negro y sambutido
Causaron suficiente dolor para
Interpretar el amor eterno
De nuestra tragicomedia
Razón misma
Por la cual mi espíritu
Loco y casi suicida,
Después de los años
No pide más que el descanso,
Pero el corazón
¡Oh inútil músculo porfiado!
Se aferra a tu cuerpo inerte
Y topándonos en los días
De vernos y supuesto apoyarnos,
Mis ánimas no colaboran
Con la afición, siendo mi parte
Un elemento falso de tu vida
Prevaleciendo sólo mi cuerpo físico,
acompañandote
Como esa triste soledad que no te deja
Quedarte solo
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