miércoles, 4 de febrero de 2015

Dominio público


He estado habitualmente
En contra de todo aquello que pudiera
Ser de agrado común,
Siendo un goce las cosas
Fuera de lo ordinario,
Sin embargo
Toparte y de vez en cuando mirarte
Entre tantas de tus cosas
Y una y que otra de las mías
Compartiendo salivas,
Pudores, caricias,
De los demás y las demás
Homogenizando
todo lo que llevamos
en un solo momento.
Siendo tú, particularmente
Dominio público,
te conviertes
Un estadio de satisfacción.

Dejo caer todos mis prejuicios
Te sonrío
Me retracto de mi filosofía.
Mi nombre.

Me quedo contigo

martes, 20 de enero de 2015

Lo tienes todo

Exijo, con este documento,
Una nueva definición del todo.
Si la riqueza de elementos
Para el complemento máximo
Refiere al concepto,
He pasado mi vida
Sin la mínima parte de los requisitos.

Mi sangre tiñe de rojo y mi linaje
Es mestizo
Mis atributos y belleza
Han sido regalos del amor
Y no un contrato.

Mi universo
Lo he dibujado con los pinceles
Encontrados en mis más
Recónditos saberes;
Vienen de mi alma gris
De un corazón tinto
Y mis aspiraciones que
Me ayudan a pintar con poco color.

Mi fortuna, si así
Se le puede llamar a la vida,
La fui forjando como diamante
Hasta encontrarme
Dibujada en ella

Pese a mi apariencia
Ordinaria
Vivo soportando la ideología
Mundana de tenerlo todo.

Si mis bienes materiales
Pudiesen llamarse como esa totalidad
De la que hablan
¿Por qué dejan a un lado el alma, corazón y mente?

Y, basándose en este
Absurdo concepto de totalidad
Rompen con el orgullo de
Mis bondades

¿Qué tienes de fantástica vida,
si con lo que he anhelado
me lo has quitado por tenerlo todo?


Quedarte solo

En las olas de las sombras
Por las calles donde  dices ir solo,
Ahí me hablas de mis fallos,
De los cometidos  y mis culpas.

Divagas con mis fantasmas
El mal uso que hago ahora de
Mi presencia.

Exiges mi tiempo en tus
Momentos de cólera y riñes
Contra mí cuando ya no hayas
Escapatoria.

Yo, inánime en tu presente
Te digo: la inconstancia
Tuya en mi pasado
Y ese delirio absurdo
De prevalecer siempre
En mi lecho, aun cuando
Te ausentabas sin mirar mi rostro
De negro y sambutido

Causaron suficiente dolor para
Interpretar el amor eterno
De nuestra tragicomedia

Razón misma
Por la cual mi espíritu
Loco y casi suicida,
Después de los años
No pide más que el descanso,
Pero el corazón
¡Oh inútil músculo porfiado!
Se aferra a tu cuerpo inerte

Y topándonos en los días
De vernos y supuesto apoyarnos,
Mis ánimas no colaboran
Con la afición, siendo mi parte
Un elemento falso de tu vida
Prevaleciendo sólo mi cuerpo físico,
acompañandote
Como esa triste soledad que no te deja

Quedarte solo