viernes, 31 de mayo de 2013

Medusa

Cuando regresó de la casa se dio cuenta que las palabras de ella eran una verdad. Sudó frío al darse cuenta de la realidad y más aún cuando no podía olvidar detalle a detalle lo visto en su hogar. Y en verdad era imposible, llegar a su cuarto, ese lugar tan oscuro donde los claros de sol se asoman sólo cuando la cortina que les obstruye entrar está mal acomodada, en ese cuarto donde está un sillón en una esquina cerca del baño y sobre él un montón de ropa, en ese cuarto donde una vez la llevó, la acostó, la tomó y la dejó ir. Estaba ahí de nuevo, al menos en sus recuerdos de hace apenas unos cuantos minutos, regresó a la escena para comprobar si sus palabras eran reales. Estando en su habitación se dirigió primeramente al colchón, lo inspeccionó con el olfato como si eso le ayudara a remontar el momento, tocó con suavidad la superficie para reconocer donde habían estado los cuerpos, pegó su oído a este y se quedó un momento inmóvil, llenó su pecho de aire y suspiró, no podía creer cómo aquella noche mágica había causado tanto mal. Después de inspeccionar la cama minuciosamente se pasó al sillón, donde todavía estaba la ropa de él y de ella tendidos, apartó la suya tirándola en la alfombra que rodeaba todo el cuarto, agarró la femenina con el mismo detenimiento como lo hizo con la cama, tomó la blusa, esa blusa insignificante con estampados azul y blanco tan desagradable, él la odio al menos ese día, jamás lo supo sólo sabía era horrenda. La aventó junto con la suya aunque estuvo a punto de tirarla a la basura, se posicionó luego de los jeans de ella, eran claros y entubados. Los revisó, no había ninguna señal de algo extraño, sólo eran unos jeans que quizá había comprado en un momento de oferta o tal vez eran usados, no le importó y los echó junto a la demás ropa. Entonces encontró la respuesta, la verdad, lo omitido por él, porque lo sabía pero no quería darse cuenta, las palabras de ella estaban ahí eran presentes, eran reales. Inspeccionó la braga de la mujer, de un verde oscuro, apenas si se notaba el color por la poca claridad del cuarto, tomó las pequeñas bragas casi en forma de corazón, la sostuvo con las dos manos y la alzó a lo alto, tuvo que soltarlas pronto cuando una ligera línea de polvo comenzó a caer. Había arena. Cerró pronto los ojos, frotándolos sin soltar la prenda, la puso  a la altura de su pecho y observó allí en la parte de la entrepierna una cantidad considerable de tierra, era más bien una fina arena, tenía un color brillante como esa arena desértica que pasa bajo el sol esperando un poco de agua y se queda así, sólo esperando. Pasó sus anchos dedos por la parte medio de la prenda íntima sintiendo cómo se impregnaba ese polvo cósmico en sus yemas, lo olió y trató de recordar si lo había sentido durante la penetración, pero sólo recordaba el momento de éctasis. Nunca, incluso porque él la desvistió sintió esa materia ahora ahí encontrada. Estando allí con los calzoncillos de ella en la mano, no tuvo más remedio que ir a buscarla para ver si podía remediar el daño.
Un poco más relajado y haciendo un lado la sustancia arenosa encontrada en su casa, hizo remembranza de cómo había encontrado a esa chica, recordó era un día cálido de mayo en el centro de la ciudad ocasionalmente visitaba un café, ahí fue cuando cruzó la mirada con ella. Una mirada, profunda, oscura, penetrante, con mucho más que dos negros ojos. Había algo más. Él la vio y de pronto se sintió hechizado, quizá era muy exagerado, pero la atracción profunda sentida no se trataba precisamente de amor sino era un deseo carnal. Se acordó el estado hipnótico en el que se encontró aquel momento, se levantó de la silla en donde estaba sentado en la explanada del café, el sol tornaba el cielo con matices entre naranja y rosados, los pájaros cantaban con su retorno a su hogar. Las personas parecían sólo estatuas inmóviles que adornaban el entorno y ella, ella estaba ahí tan sola, tan llamativa, tan misteriosa. Él se acercó, la miró de pies a cabeza y dijo: desearías tomar una taza conmigo. Sus palabras salieron de lo más profundo de su ser, jamás había hecho tal propuesta a alguna otra mujer. Se sintió extraño, ella por su parte con sus ojos brillantes, lo miró y posando su mano en la boca afirmó sólo con un movimiento cefálico. Ambos se dirigieron a una mesa, él no dejaba de contemplarla, ella sólo respondía tácitamente las cuestiones. Él quería conocer más, quitar esa nubosidad que ella ponía en su persona, quería quitarle la ropa, quería conocerla. La tarde llegó a su fin, la noche apareció, él le ofreció llevarla a su hogar, ella bajando la cabeza se negó. Viendo su intento fallido pidió su número de teléfono, ella se lo otorgó. Ambos partieron a su rumbo con una despedida muy formal. Recordaba ese día haber ido a la casa y sólo pensaba en ella, no podía olvidar su mirada, sus ojos casi inexpresivos, casi parecidos a un big-bang, semejaban todo y no decían nada, ¿qué escondían? ¿Por qué eran tan profundos y tan negros? ¿Qué le trataban de decir? Él no dejó de pensar en ello toda la noche y sólo se trataba de dos luceros incrustados en una dama. La noche hizo su curso más largo que otras veces, pero al fin y al cabo el sol volvió a salir, él no pudo esperar tanto tiempo y antes de dirigirse al trabajo la llamó. Timbró tres veces y antes de sonar la cuarta su voz delicada contestó. Realmente él no sabía que decir, no se había percatado de que no tenía plan alguno para planteárselo, daba gracias a la lingüística por las frases ya estructuradas para conversaciones de este estilo, preguntó su estado e inconscientemente o engañado por su subconsciente la invitó a salir, ella río, su risa era más bien de recuerdo, de deja vu  a sus palabras y luego de un rato aceptó su propuesta. Sería luego de seis días su reencuentro. Y así pasaron, después de una larga espera, de días con más de veinticuatro horas y el calor cada vez más intenso. No ayudaban en nada la desesperación de él, pero el día llegó y de nuevo se encontraron. Ahí en el café, donde fue su primera mirada. Estaban los dos de nuevo de frente, ella llevaba esa horrenda prenda con estampados azul y blanco, los jeans claros y unas balerinas color perla. Él la tomó de la mano y cruzó junto con ella la puerta a pesar de ser un café al aire libre. Tomaron asiento y pidieron cada quien por su parte. El silencio se adueñó de sus bocas, ninguno tenía un tema de conversación y después de un rato él comenzó a hablar. Surgieron luego muchas cosas de que hablar, poco a poco las risas comenzaron a salir y los gustos en común también, era casi un acto afectivo en aumento y como un orgasmo él le dijo “me gustas” de nuevo el silencio se apoderó de ambos y un frío, eso extraños y repentinos fríos que llegan de mayo tocó el cuerpo de ella, fue también el aire su cómplice y dejó una piedrita en su ojo, no lo pudo evitar y soltó una lágrima. Bajó la cabeza y dijo: no lo hagas, me desmoronas. La boca de él se llenó luego de flores y las quiso poner en ella. Atentamente como toda mujer se sentía alagada, sonreía de vez en cuando y giraba su café antes de darle un trago. Ella ¿qué sentía? Sólo sonreía.
Las horas transcurrieron él de nuevo le ofreció llevarla a su hogar, esta vez aceptó, pero el juego de miradas entre ambos los llevó primero a la casa de él. Los besos comenzaron a ser partícipes del momento siendo cada vez más intensos, poco a poco iban avanzando por la casa de él, hasta llegar a su cuarto, ahí la dejó caer, la respiración de ambos se aceleraba más y más, ninguno de los dos podía parar. Él trozó los botoncitos de su blusa. Ella respiró con fuerza. Él miró sus pechos color canela, suaves y de buen tamaño. Los tocó con precisión y usando todas sus yemas. Agarró su pezón con los dedos índice y pulgar con delicadeza, lo mallugaba sintiendo su arrugada textura. El respirar de ella simplemente se hacía más rápido, él bajó con arrebato su mano y desabrochó el botón de su pantalón, por la oscuridad ni siquiera notó el color de su ropa interior, sólo la aventó al sillón. Abrió sus piernas y en un segundo la penetró, su misión estaba completa. La tenía, la poseía, su deseo profundamente carnal se lograba, jamás había sentido un acto sexual con tanta intensidad, jamás su descendencia había tenido tanta fuerza al abandonar su cuerpo, jamás sintió tanto deseo por una mujer al poseerla. Era una experiencia inexplicable.
Así terminó aquella noche luego de dejarla en su casa con los boxers de él en ella y su camisa puesta, aun lo podía recordar, sí había sido una noche anterior, pero durante la mañana siguiente las palabras de ella no dejaban de rondarle “me desmoronas” una y otra vez pasaban las mismas palabras por su cabeza y no pudo más salió de urgencia, salió dirigiéndose a la casa y buscando evidencias, fue así cuando vio aquello. Entonces quiso pedirle perdón o quizá decirle que en verdad la quería. La contactó entonces y se dirigió a su lugar de trabajo. Luego de volverla a ver con su uniforme de secretaria, sus tacones de alto, su cabello agarrado, sus mejillas pintadas y una sonrisa en la boca, todo cambió para él, miró sus ojos y estaban gustosos, podía ahora leerlos, no había ya nada más en aquella mujer que le atrajera, era realmente feliz ahora que lo veía. Él se acercó despacio y le susurró al oído: creo que ya no nos podremos ver. Suspiró profundo ella y comenzó a llorar tapándose el rostro, se reconocía a sí misma y quedó allí parada inmóvil, las personas alrededor se quedaron petrificadas, el tiempo sólo pasó para ella nada más se movía. Ella se quedó sola.

viernes, 17 de mayo de 2013

V centenario


El quinto centenario fue un evento que causó controversia en América latina, donde no sólo se observó como una conmemoración al encuentro de los dos mundos, también nacieron molestias y puntos positivos hacia dicho festejo. Pero ¿de qué modo tal remembranza puede causar tanta discusión algo que nos marcó tanto al viejo mundo como a nuestro continente? ¿Cómo ha afectado nuestra manera de ser tal acontecimiento y por qué el recordarlo nos hace ver al mundo desde tantas perspectivas? Fuertes Medina, hace una reflexión del cómo Perú recibió tal acontecimiento, expresando que no fue una marcha amarillista donde se daban a conocer plantones neoindígenas en contra de la celebración de la conquista, no obstante menciona en su argumento del cómo fue la comunidad intelectual la cual se dedicó más a dicho tema, haciendo énfasis en los cambios, documentos y enfoques sobre el tema. Nos explica la versatilidad que obtuvo dicho evento y de qué manera el pueblo peruano, aprovechó lo mejor de este para más que nada hacer consciencia entre el país y su pobladores, sin el remordimiento de estar atado a un pasado oscuro y lleno de matanzas sabiendo interpretar y llevar a cabo el presente. No obstante hay que estar consientes de que lo expuesto en este documento es una recopilación de información la cual tal vez esté manipulada de algún modo, cosa que aquí no se discutirá pero se hará ver. Por otra parte si nos posicionamos más abajo en el mapa latino encontramos en Argentina un grupo musical llamado Los Fabulosos Cadillacs pero ¿de qué modo participan ellos dentro de esta investigación? Dicho grupo realiza música dentro del género ska, una de las peculiaridades de tal género son ciertamente las cuestiones sociales desde un punto liberal y en contra de las instituciones corruptas. Tales son los elementos que conforma dicha vanguardia que la celebración de la conquista fue un blanco exponer sus injusticias sobre la degradación que sufrió nuestras comunidades nativas ante el poder invasor. Así mismo podemos ver en la letra de esta banda cómo se presenta un repudio ante el acto de llevar a cabo tal festejo mostrándose del siguiente modo:
El v centenario, no hay nada que festejar
latinoamericano descorazonado
hijo bastardo de colonias asesinas
cinco siglos no son para fiesta
celebrando la matanza indígena
No damos cuenta que se enmarca explícitamente la furia y el rencor que aun se le tiene al proceso de conquista. Vemos entonces dentro nuestro continente el hecho de celebra el V centenario tiene dos enfoques sumamente diferentes, de tal modo considero necesario ver la realidad con que tal festejo, llevado a cabo en el 92 en España, por ello daremos a conocer al igual que se hizo con América dos puntos de vista para luego dar una resolución sobre tal acontecimiento. Por una parte, en España tal festividad tuvo como principal enfoque el remodelar sus principales ciudades para realzar el crecimiento como cultura y obviamente y dentro de un sistema capitalista atraer turismo para las cuestiones económicas. Vemos que tal celebración fue de gran utilidad a España para sus cuestiones económicas y más que nada para el patrimonio de la misma nacionalidad. Pr otra parte vemos que aquí también se presenta un grupo musical el cual está también enfocado a las situaciones sociales actuales y me refiero al conjunto musical de Extremoduro, ellos del mismo modo que Los Fabulosos Cadillacs también hacen cierta veneración al V centenario y del mismo modo vemos cómo hacen una crítica a tal situación, no obstante este grupo hace ver tal acto como algo más irónico o más bien satírico, como se muestra a continuación:
Debía, en una india, perseguir su amor.
Y ahora, ya puedo verles junto a mí,
que al cabo de algún tiempo la encontró:
nació un indio, —pequeñito y vacilón—,
que sigue preguntando: —¿Qué pasó?.

A diferencia de la banda latina vemos cómo se juega el papel de la combinación de cultura y cómo el resultado de esto queda en una circunstancia donde no reconoce su identidad y sí pudiera ser que en nuestra comunidades americanas muchas veces este concepto de confusión se tome para representar lo que somos y lo que nos han dejado como herencia.
            Comprendemos con tales comparaciones cómo aun en nuestra actualidad se sigue viviendo el post-colonialismo de una manera u otra para reforzar cuestiones diferentes dentro de nuestra cultura y es que muchas veces importa al público que va dirigido la información, así pues aquellos que tienen el poder de cierto modo son quienes mueven a las masas sea cual sea su conveniencia, por un lado el conjunto intelectual trata de enriquecer sus conocimientos por medios de los beneficios y logros obtenidos luego de la conquista; en otro aspecto la música está dirigida principalmente a la comunidad juvenil  de la cual se les quiere hacer consiencia del abuso del poder ya sea por extranjeros o los mismos de ahí, al menos como se vio reflejado en este estudio. Por último el festejo del V centenario, realmente pierde en la actualidad como fecha conmemorativa y se utiliza sólo como excusa para retomar valores e ideas que se estaban perdiendo, tal es el orgullo nacional, la aceptación multirracial y podemos decir la constante lucha contra la esclavitud. De cierto modo y para finalizar podemos decir que el post-colonialismo de este modo nos sirve meramente para esa identificación como latinos, pues tales sucesos aun siendo catastróficos dentro de nuestra tradición son rasgos que nos dan nuestra identidad. 

sábado, 11 de mayo de 2013

Objeto del deseo.


Soy presa silenciosa de tu actividad
Foránea, yo sonrío cuando no me ves.
Y es que tan sólo necesito verte
Para prenderme, necesito saber
Que estás ahí y mi locomoción
Se altera, nadie lo presiente.
Estoy sentada, estoy parada,
Estoy mirándote, contemplándote.
No podrías siquiera saber qué tramo,
Parezco casi inmóvil y sin sentido,
Indiferente ante tu presencia, pero
Quién más que tú conoce la sensación
De tenerte cerca, quién sabría explicar
El recordar tu manera táctil de ser,
Y es que tan sólo el verte
Ahí, tan lejos
Ahí, tan cerca
Ahí, en mis recuerdos
Me transporta a cada noche vivir
De nuevo la sensación de tu piel
De los lazos
De sin la ropa
De nosotros
Y luego, un día después, entre la
Incertidumbre
Donde tú y yo no existimos
Donde yo sólo te contemplo
Y tú sólo eres objeto del deseo.