jueves, 30 de agosto de 2012

Andrea.

Recuerdo aquel día, el sol se asomaba con intensidad esa tarde de primavera. Yo en mi asiento juraría estábamos en la estación equivocada. El calor era insoportable y más aun cuando la clase empieza a ser tediosa y las voces parecen ser psicofonías incomprensibles. Mi mente ya se encontraba en un plano lejano a este, entonces de pronto cuando pensé que aquella tarde sería infinita, te vi. Es raro pensé, cómo es que jamás te había visto, con ese par de orondas mejillas y ligeramente rociadas con un tenue pétalo rosa. Tus labios pequeños, marcados con la esencia de una manzana. Tentadora. Tu escote, bocadillo suculento a mi pupila, me incitaba a probar aquel prohibido manjar aunque sólo conociese el borde. Llevabas ese color de la esperanza sobre tu piel, pero oportunidad mía tan vana cuando ni siquiera sé tu nombre. Eres tan seria, tan tímida, tan silenciosa, tan escondida, tan secreta y te he descubierto Andrea, sí ese será tu nombre. Andrea, tan sensual y bella como tú. An-dre-a pronuncio tu nombre tan lentamente, es probar de ti y no es necesario tenerte cerca, tan sólo con mirarte siento hacerte el amor…
Recuerdo haber esperado un poco más de lo habitual al salir de clase para ver si podía conversar contigo, sólo eso me hubiera bastado aunque mienta, sólo eso quería volverte a mirar, hablarte, mirarte, besarte. Entonces llega el momento en que todos se van, te hablé espera te grito, tú volteas impresionada con tu mirar huraño. Te sonreí mientras los últimos rayos del día golpeaban los lugares solitarios, pero estamos tú y yo, ahí sin nadie más. Parecía todo tan tranquilo, me acerqué a ti, me seguías mirando confundida, me sometí a tus ojos con calidez, tomé tu rostro con suavidad, más bien es suave nube tu piel. Acerqué mis labios a los tuyos y el tiempo, que es poco, hizo que la tarde llegara a su fin. Un viento sopló melodías, tú estabas inmóvil, la noche se presentó ante nosotras. Llegué a ver en tu cara mil preguntas y poco a poco te separaste de mí, agachaste la cabeza y te fuiste.

sábado, 4 de agosto de 2012

Perro de lindos ojos.


Recuerdo aún la mirada de aquel perro. Era verdaderamente peculiar su manera de ver, sus ojos dos enormes y viscosas aceitunas iluminadas por alguna inocencia bestial de su ser. Su contemplación hacía a mí era como si quisiese algo, de su profundo pecho un sollozo podía escuchar y su rostro se ladeaba dando un aspecto de ternura. Quizá habría sido un perro de la calle o tal vez tenía dueño, pero ese día, el día en que lo vi, pareciese buscaba algo que yo pudiera darle. Entonces entre tanta confusión por no entender lo que realmente quería le di mi mano, pero este con su instinto salvaje la arrebató, no la arrancó por completo, pero quedó destrozada. Rompió con fuerza un pedazo de mi carne, quizá sólo quería eso un pedazo de carne, sólo un simple pedazo de carne, un pedazo que pudiera tomar para su beneficio, sólo un pedazo de carne para hacerlo suyo. Desde aquel día hasta hoy maldigo ese perro que tomó parte de mi ser para satisfacer un placer animal.

jueves, 2 de agosto de 2012

Tengo mis razones.


Esta vez me enfoco a hablar sobre una persona que admiro y a la mayoría de la gente detesta, pero al menos saben ¿de dónde viene su funesto humor hacía él? Claro, son tan esnob que creen no vale la pena admirar su trabajo y si les preguntase ¿conocen al menos su trabajo como para hablar de ese modo? también dirán que sí y luego mi confesionario seguirá con: ¿ustedes son capaces de clasificar si es bueno o es malo o sólo se dejan guiar por una crítica de alguien parecer ser intelectual? Entonces terminaría preguntándoles ¿acaso conocen su vida como para criticar su trabajo? Y quizá tal vez les pregunté ¿Qué tanto han hecho ustedes en su vida? Estoy completamente segura que se dejarán guiar a contestar primero la segunda pregunta porque creen ser merecedores de la atención del mundo de sus “infinitos” logros  o quizá traten de cambiar de conversación porque saben evidentemente su vida ha sido ocio y monótona no se han dedicado absolutamente a nada sólo que a criticar sin tener los suficientes recursos como para hablar de algo o alguien, sólo tratan de ser tan impresionantes como los que los rodean, los que también se quejan y se quejan pero no saben porque. Y aquí demuestro verdaderamente mi enojo ante estas personas, pero sería verdaderamente ilógico que me quejara sin razón.
Entonces les diré por qué admiro a Paulo Coelho. Se asombraran de tal hombre “¿cómo es posible que lo admires si su forma de escribir es totalmente trillada y resulta siempre un cliché?” Perdón que él no sea tan genial como tus escritos inéditos, perdón que él me allá enseñado a creer en mi misma, porque por si no sabías su lectura va dirigida a la superación personal, pero como tú tienes el ego por los cielos es evidente que se haga una ridiculez que existan libros de este estilo. Pero deberán tener que más allá de sus obras existe un hombre, sé que para ustedes personas de “mente abierta” resulta lógico mis palabras, aunque sea de lo más curioso que no sean capaces de darme una razón justa a su opinión sobre este sujeto. Yo por otro lado seguiré demostrando por qué lo admiro. Paulo Coelho, tenía un interés hacía la literatura, el teatro y el periodismo. Su padre le parecía una idea absurda y que jamás podría llegar a sobresalir en los ámbitos donde Paulo quería ejercer por lo tanto moriría de hambre, por lo cual tomó la decisión de internarlo en un manicomio y no sólo fue internado una vez si no varias veces por querer seguir un sueño artístico, porque iba en contra de lo que creían sería mejor para él. Cuando tuvo la edad para ingresar a una universidad fue obligado a estudiar Derecho, no obstante sus intereses seguían en otro rumbo. Así fue como se une a grupos anarquistas buscando su real vocación. Fue compositor, además obtuvo otros trabajos dentro de su recorrido de independencia y camino a lograr su objetivo.
Esto es un poco de la biografía del hombre que me enseñó a seguir un sueño por más absurdo que parezca o por hay quienes estén en contra de lo que pienses, sí exactamente como este escrito. Se dan cuenta entonces que admiro a un hombre que sufrió, pasó por cosas desagradables, pero al fin por sus propios méritos salió adelante y es verdad que mezcla un poco de ficción a sus historias, resulta entonces una realidad fantástica en la cual de cierto modo parece ilógica, pero nos llena de esperanza, no es una lectura analítica la que nos presenta, sino una visión a de lo que se puede lograr cuando uno verdaderamente se propone a realizar sus objetivos, a que si queremos es solo cuestión de movernos por nosotros mismos. Tal vez su idea no cambié, su idea que Paulo Coelho es un mal escritor, pero claro si sigue siendo esa su opinión, sería bueno que abrieran un poco sus conocimientos e intentarán ser más tolerantes a los gustos de cada persona, porque para ser buen crítico se debe conocer al menos lo que se analiza, no sólo por lo que se ha dicho sino por lo que se sabe por sí mismo.